Deseo
Perder una tarde
la memoria
y ser nuevamente linda
Como cuando
no sabía que lo era.
Punto de vista
No tengo ilusiones.
Podrán verlo como un fracaso,
como vejez prematura,
o como la letanía
de un corazón
curado de espanto.
O entenderlo
como lo que es:
un amor
indeclinable
por las realidades.
Taxi
Me hundo
en el abrazo de la pana,
anónima,
y en la calefacción amiga.
Temo llegar a destino,
al invierno de mi cuerpo,
bajarme
de estos segundos contados
y estar nuevamente
sola.
Lo que más me preocupa
Esta es una confesión muy personal:
He perdido casi absolutamente
La curiosidad por el mundo.
Irene Gruss
Lo que más me preocupaes que estoy empezando
a perder la curiosidad.
Como los lirios,
que no hilan ni tejen
y también,
como los muertos.
Mi padre me decía
“los felices no hacen
historia”
y yo siempre he pensado
y a mí, qué me importa.
Holocausto íntimo
Me descarné
para hacerme a tu medida,
sólo alma
sólo palabra
sólo concepto.
Y, cuando finalmente fui tu nada,
ya no fui ni eso.
Mujeres fuertes
Somos un manojo
de mujeres fuertes
frecuentando los bares
para hablar en voz baja.
La palabra precisa,
las uñas perfectas,
las carreras brillantes,
los hogares en orden
y las lágrimas.
Efectos secundarios
Hace más de cien años
moría en Calabria mi bisabuela.
Cuentan que tomó una pócima,
excedida en cianuro,
para vencer un catarro feroz
en vísperas de Nochebuena.
Nos dejó una herencia
de Navidades tristes
y toses persistentes.
Era condesa -explica mi padre
para justificar la pena
que todavía lo asalta las noches de fiesta.
Todo esto también hay que saberlo
si se quiere entender mi historia.
Mi niño me dijo ayer
que no cree en Dios
y yo
lo llevé al neumonólogo,
para evitar males mayores.
Gisela Galimi (Argentina, Lobos, Pcia. de Buenos Aires, 1968)
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