Hay un poema oculto
entre la distancia y el deseo
y siempre y más.
Hay claves en las palabras.
Bien se sabe:
nadie sigue a tientas
en ríos profundos.
No es tan ingenuo el amor
ni en lo que pide, ni en lo que da.
Basta luego que te asomes
detrás del follaje,
inmaculada.
CALMA SIESTA
Todas las hojas del verano
disueltas
en esta casa de hojas leves,
taciturna
con zaguanes adonde la luz
cae líquida por las paredes.
Las palabras en desuso
se arremolinan
detrás de las puertas sigilosas
Algunas siestas
tienen algo
de la calma
que precede a las tormentas.
Una espesa ventolera
abre las puertas de par en par
y ordena las palabras indecisas.
EL RUIDO DE LAS OLAS EN LA NOCHE
sabe
que ya no es sólo
del agua que lo trae
Sabe que es también
de la noche
en que sucede
¿Sabremos del mismo modo
que es nuestro
cada sonido
que desde la orilla oscura
se nos hace nítido?
Cecilia Figueredo (Concordia, Entre Ríos, Argentina, 1976)
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