La vida,
la vida de las margaritas
es el gran misterio
M. Fernández
Me llega esa verdad de una tarde sentado en los canteros Del patio de tu casa, pero quién eras tu no lo recuerdo
La vida está hecha de olvidos, de vínculos pasajeros
Lo único que es para siempre
Es verse en ese patio soplando el polen amarillo del sol
Las alas blancas de los pétalos de las margaritas
Misteriosas en su nombre de mujer y su simpleza
Y en el compás de esa coreografía que les dibuja el viento
Una tarde, una eternidad en la abeja posada sobre la corola
El tiempo medido por la luz de los cuerpos
Sentados estuvimos y estaban las flores ignoradas dentro de nosotros
En la tierra todavía fresca y revuelta
Ya orgullosas de la mirada de Macedonio
Y de su inclusión en el poema
Misterio, la eme se levanta como montaña
Eleva su sonido labial por sobre la memoria y su pérfida alusión
(Inédito, 2012;cedido
gentilmente por su autor)
Hugo Luna (Concepción del Uruguay, Entre Ríos, Argentina, 1959)
IMAGEN: "La casa vieja", pintura de Juan García.
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