CUADERNOS
Me levanto de la silla del dentista después de lo que parece una eternidad. Es un atardecer de junio en Belgrado. Camino por calles bordeadas de árboles, los árboles oscuros y susurrantes de mi vecindario. Las calles están pobremente iluminadas, pero los vecinos pasean muy cerca unos de otros, como si fueran amantes. Se me ocurre que este es el momento más feliz de mi vida.
Mi padre y su mejor amigo están hablando de cómo algunas personas se parecen a animales. La esposa de fulano, por ejemplo, que parece un pájaro. Las muchas razas de perros y sus dobles humanos. La mujer que es una vaca. La viuda de la puerta de al lado que es una tigresa, etcétera.
«¿Y qué hay de mí?», pregunta el amigo de mi padre.
«Tú pareces una rata, Tony», responde mi padre sin dudar un instante, tras lo cual se quedan sentados y en silencio.
Tomé de mis padres la idea de combatir las noches de calor de Manhattan durmiendo en la azotea. Es lo que habían hecho durante la guerra, solo que no era una azotea, sino una larga terraza en el piso superior de un edificio del centro de Belgrado. Cómo no, era noche de apagón. Recuerdo inmensos cielos estrellados y la ciudad totalmente en silencio. Comencé a hablar, pero alguien -al principio no supe quién- me tapó la boca con su mano.
Como en un barco en medio del mar, nos cubría un manto de nubes y estrellas. Navegábamos a toda máquina. «Allí es donde comienza el infinito», recuerdo que dijo mi padre, señalando el lugar con su larga y oscura mano.
«Mi hijo busca el secreto y el significado del Tiempo», nos dice al entrar. Si no nos avisara, pensaríamos que solo está mirando la lluvia por la ventana. La madre quiere que no hagamos ruido mientras inspeccionamos el cuarto que ella ha puesto en alquiler. «Povera e nuda vai, Filosofía», escribió el poeta italiano Petrarca. La lluvia cae cada vez con más fuerza y luego el bramido de los truenos sobre Manhattan.
El rostro de mi hija iluminado por el flexo del escritorio, lamiéndose el dedo que se ha pinchado con un compás. Una gota de sangre ya caída sobre las letras y cifras negras de unos deberes complicados, y ella inquieta por si debe entregarlos tal cual a la monja severa y anciana que la hará ponerse de pie delante de toda la clase para esperar el veredicto...
El día de primavera radiante de luz. El puño pequeño y tenso de la monja nublando la respuesta.
Cada hora que pasaba me sentía más lúcido. Esa era siempre mi maldición. Todo el mundo estaba dormido. Traté de despertar a mi amada, pero ella me llevó con gesto adormilado hacia sus pechos. Hicimos el amor sin prisa, lánguidamente, y entonces le hablé durante horas de la necesidad de la poesía mientras ella caía en un sueño profundo.
La compasión bondadosa de un solo ser humano por otro en tiempos de odio y violencia masivos merece más respeto que los sermones de todas las iglesias desde que el mundo es mundo.
La estupidez es la especia secreta que a los historiadores les cuesta identificar en esta sopa que no dejamos de sorber.
Soy un miembro de esa minoría que se niega a ser parte de ninguna minoría declarada oficialmente.
Me gusta escuchar una canción alegre tocada con tristeza.
«Los mismos estafadores... dondequiera que vayas... da igual el país donde vivan, sus ideas, su fe o el color de su piel...» (Céline). Esa también ha sido mi experiencia.
La edad de oro de la literatura norteamericana. Cuando los vaqueros leían a Emily Dickinson a lomos de sus monturas y los polis hacían la ronda con un volumen de Wallace Stevens en el bolsillo del abrigo.
El alma es una sombra proyectada por la luz de la conciencia. Entre tanto, puedo sentir que un estornudo de avecina.
Recuerdo que mi padre decía: "Abramos otra botella de vino para que al levantarnos de la mesa podamos sentir que la tierra gira bajo nuestros pies".
El poeta ve lo que el filósofo piensa.
Hay momentos en que la imaginación sabe lo que significa la palabra "infinito".
La belleza de un momento fugaz es eterna.
Los pájaros cantan para recordarnos que tenemos alma.
(Del libro homónimo,
Vaso Roto,2015)
Charles Simic (Belgrado, Yugoslavia, 1938-En 1953 emigra a E.E.U.U., donde fallece, en Dover, en 2023)
(Traducción Jordi Doce)
Pueden LEER la biografía, poemas y más textos en entradas anteriores del autor.

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