LA ROCA

 

El planeta sobre la mesa

Se alegró Ariel de haber escrito sus poemas. 

Eran de un tiempo recordado 

o de algo visto de su gusto.

Otras hechuras del sol 

eran escoria y caos 

y la madura mata se torcía.

Era su ser con el sol un ser solo 

y sus poemas, aunque hechuras de su ser, 

no eran menores hechuras del sol.

No era importante que sobrevivieran.

Lo que contaba era que mostraran 

algún cariz o rasgo,

alguna holgura, siquiera a medias percibida, 

en la pobreza de sus palabras, 

del planeta del que eran parte.

No ideas sobre la cosa sino la cosa misma

Muy al principio del fin del invierno, 

en marzo, un escuálido reclamo llegado de fuera 

le pareció un sonido dentro de su cabeza.

Sabía que lo había oído, 

un reclamo de ave, de día o antes 

en el primer viento de marzo.

El sol salía a las seis,

ya no un penacho azotado encima de la nieve... 

Habría sido fuera.

No era de la vasta ventriloquia

del desvaído papel maché del sueño...

El sol venía de fuera.

Aquel escuálido reclamo: era 

corista cuya c precedía al coro.

Formaba parte del sol colosal,

cercado por sus círculos corales, 

aún distante. Era como 

conocer otra vez la realidad.

(Del libro: "Poesía reunida",

Penguin Random House,2019)

Wallace Stevens (E.E.U.U.; Reading, Pennssylvania, 1879; Hartford, Connecticut,  1955)

 

 

(Traducción: Andrés Sánchez Robayna, Daniel Aguirre y Andreu Jaime)

THE PLANET ON THE TABLE

Ariel was glad he had written his poems. 

They were of a remembered time 

Or of something seen that he liked.

Other makings of the sun 

Were waste and welter 

And the ripe shrub writhed.

His self and the sun were one

And his poems, although makings of his self,

Were no less makings of the sun.

It was not important that they survive.

What mattered was that they should bear 

Some lineament or character,

Some affluence, if only half-perceived,

In the poverty of their words,

Of 0the planet of which they were part.

NOT IDEAS ABOUT THE THING BUT THE THING ITSELF

At the earliest ending of winter,

In March, a scrawny cry from outside 

Seemed like a sound in his mind.

He knew that he heard it,

A bird’s cry, at daylight or before,

In the early March wind.

The sun was rising at six,

No longer a battered panache above snow... 

It would have been outside.

It was not from the vast ventriloquism 

Of sleep’s faded papier-mäché...

The sun was coming from outside.

That scrawny cry-it was 

A chorister whose c preceded the choir.

It was part of the colossal sun,

Surrounded by its choral rings,

Still far away. It was like 

A new knowledge of reality.

Pueden LEER la biografía y más poemas y textos en entradas anteriores del autor.