jueves, 1 de mayo de 2025

CLASE 75


1-

escribirlo requiere demasiados 
detalles; necesitaríamos captar 
todo de nuevo: en el recuerdo 
el viento mecería achiras 
sobre la margen del asfalto, 
restos de caucho, tizne, 
cada una destas palabras, 
algo estrictamente profesional; 
y una experiencia como criterio 
de verdad: lo que creíamos 
era el movimiento. luego 
guardaríamos silencio, una acción 
que aún podemos hacer solos 
porque resulta harto débil 
como para engañarse a sí misma. 
hay pobres porque hay ricos.



5-

escuchar nuestras voces hace 
que entendamos alguna parte 
de nosotros mismos, nada que 
no estuviésemos dispuestos 
a cumplir. en todos estos años 
no nos movimos de tal premisa. 
y eso se convirtió en el principio 
de todo, de nuestro amor. lejos 
de los mosaicos de píxeles. 
Merlina, Vera, nos conocemos 
desde hace mucho más tiempo 
del que tratamos con el mundo 
que nombramos y nos incluye
a la vez. felices ahora por haberlo 
sido desde entonces.



15-

decimos tren del oeste para decir
esta es nuestra historia y nuestro
retrato es este, pero no lo canto 
por eso. ahora la tarde se diluye 
o es la última claridad del día (luz 
de mercurio en el andén y hojas 
amarillas en la polvareda lejana). 
es otro recuerdo de amor. y añado
un reclamo por el funesto servicio 
público del transporte ferroviario.
porque fue la última vez que la vi
y porque ya no me quiere más.



21-

escuchen, hermanos: siempre 
nos tiraron del mismo lado. 
nunca estuvimos en el medio.
¿y qué hicimos con lesiones, 
destrozos, injurias o daños, aparte 
de escribir e impedir o entorpecer 
el normal flujo del tránsito 
por tierra? ¿y qué escribimos 
ahora que vamos a vivir menos 
y nuestras casas quedan 
demasiado lejos para volver?
¿mantuvimos las apariencias
tras los elementos figurativos
del lenguaje para con la derrota
librarnos de la derrota? ¿nos vimos 
en los libros, muchachos del verano?
¿alguna copla aleve que educir 
en vuesos parvos volúmenes?



44-

ahora quisiéramos el don 
del sueño, descubrir cada día 
una cosa y tras vaciar más 
de una botella juntos, emborracharnos 
y permanecer borrachos, hablando 
de libros con tapas de hule 
y del amor que sentimos y el amor 
que perdimos, sin recordar cuál 
(ya no recordamos cuál), sólo 
rehuir al llamado del bien y ajenos 
al idioma (a cualquier idioma), 
que alguien diga algo hermoso 
y sea para nosotros.


(Del libro homónimo, 
Barnacle, 2025,
Envío del autor)
Alberto Cisnero (La Matanza, Buenos Aires, 1975)


Pueden LEER la biografía y más poemas en entradas anteriores.


IMAGEN: Fotografía del autor, tomada del blog Otra Iglesia es imposible, de Jorge Aulicino.


 

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