martes, 20 de mayo de 2025

CANTOS


 CANTO XLIX


A los siete lagos, y compuestos por nadie estos versos:
Lluvia; rio vacío; una travesía,
Fuego de nube congelada, lluvia torrentosa en el crepúsculo, 
Un solo farol bajo el techo de la cabaña.
Las cañas pesan; se vencen; 
y el bambuzal habla como gimiendo.
Luna de otoño; los cerros se elevan en torno a los lagos 
contra el ocaso
El anochecer es como cortina de nube,
un borrón por encima de los pliegues del agua, y a su través
largas picas filosas del canelo,
una melodía fría entre las cañas.
Detrás de la colina la campana del monje 
portada por el viento.
La vela pasó por aquí en abril, quizá vuelva en octubre. 
Barco se esfuma en plata, lentamente;
Sola la resolana sobre el río.
Donde la bandera color vino atrapa la caída del sol 
Escuetas chimeneas humean a contraluz
Llega entonces un arrebato de nieve sobre el río 
El mundo se cubre de jade 
El botecito flota como un farol,
El agua que corre se cuaja como de frío. Y en San Yin 
son gentes de ocio y de buena vida 
Gansos salvajes se abalanzan hacia el banco de arena, 
Nubes se juntan alrededor del hueco de la ventana 
Aguas abiertas, los gansos se alinean con el otoño 
Grajos alborotan los faroles de los pescadores,
Una luz se mueve en el horizonte norte;
donde los niños pequeños van a mariscar entre las piedras.
En mil setecientos vino Tsing por estos lagos de los cerros.
Una luz se mueve en el horizonte sur.
¿Debe el Estado contraer deudas al crear riqueza?
Eso es una infamia, eso es Gerión.
Este canal aún conduce a TenShi
Aunque el viejo rey lo hizo excavar para su placer

K E I MEN   RAN KEI
K I U MAN   MAN KEI
JITSU GETSU  K0      KWA
TAN      FUKU   TAN KAI

Sale el sol, trabaja
se pone el sol, a descansar
cava el pozo y bebe del agua
labra el campo, come del cereal
Poder ¿imperial? Y eso a nosotros ¿qué?
La cuarta, la dimensión de la quietud.
Y el poder sobre las bestias salvajes.




CANTO LXXXI

Zeus se arrellana en el regazo de Ceres 
Taishan es atendido de amores
              bajo Citerea, antes del amanecer 
y dijo él: «Hay aquí mucho catolicismo (lo pronunció
                                           catoliGismo)
           y muy poca reliHión» 
y dijo: «Kings will, I think, disappear»
(Yo creo que los reyes desaparecen)
Ése fue el Padre José Elizondo
              en 1906 y en 1917 
o alrededor de 1917
          Dolores decía: «Come pan, niño» eat bread, 
             me lad
Sargent la había pintado
           antes de descender 
(es decir, si es que descendió)
          pero en esos días realizaba bocetos, 
impresiones de los Velázquez del Museo del Prado 
y los libros costaban una peseta,
         los candelabros de bronce en proporción, 
el viento venía de los pantanos 
y el frío mortal de las montañas.
Y más tarde Bowers escribiría: «Pero tanto odio, 
         nunca pude imaginar tanto odio» 
y los rojos de Londres no delatarían a sus amigos 
        (es decir, amigos de Franco 
que trabajaban en Londres) y en el Alcázar 
cuarenta años ha, decían: «Vuelve a la estación para comer 
y puedes dormir aquí por una peseta»
        los cencerros de las cabras tintineaban toda la 
        noche
       y la posadera se reía: ¡Eso es luto, ja! 
mi marido está muerto 
cuando me dio papel para escribir 
con un borde negro de media pulgada o más, 
digamos 5/8avos, de la locanda 
«A todos los extranjeros los llamamos franchutes» 
y el huevo se rompió en el bolsillo de Cabránez, 
        y así hizo historia. Basil dice
que aporrearon los tambores por tres días 
hasta reventar todos los parches
       (sencilla fiesta de pueblo) 
y en cuanto a su vida en las Canarias... 
el Reverendo observó que la danza portugansa local 
la bailaban los mismos bailarines en las diversas localidades 
       a modo de bienvenida política... 
la técnica de la manifestación
       Cole la estudió (no G.D.H., Horace) 
«Descubrirás», dijo el viejo André Spire, que todos 
los hombres de ese directorio (Crédit Agricole) 
tienen un cuñado
       «Tú el uno, yo los pocos» 
       decía John Adams 
hablando de temores abstractos
        a su volátil amigo Mr. Jefferson.
(romper el pentámetro, ése fue el primer batacazo) 
o como dice Jo Bard:
si es un panadero y una conserje visiblemente
        son La Rochefoucauld y de Maintenon 
        audiblemente 
«Te cavero la budella»
        «La corata a te»
En menos de una era geológica
        dijo Henry Mencken
«Algun@s cocinan, algun@s no cocinan
        hay cosas que no se pueden alterar»
’’Iugx ’emòn potí dwma aòn andra 
Lo que cuenta es el nivel cultural
       gracias a Benin por esta mesa hecha de cajas de 
       embalaje
       «No le digá’ a naide que yo la hice»
       de una máscara tan exquisita como cualquiera de 
       las de Fráncfort 
«Te va levanté’ del suelo»
       Leve como la rama de Kuanon 
Y en un primer momento decepcionado con lo destartalado 
las dársenas peladas y precarias, pero entonces vio las 
altas ruedas de las calesas 
       y se reconcilió,
George Santayana al llegar al puerto de Boston 
y conservó hasta el final de su vida ese leve ceceo 
propio del español
       como una gracia casi imperceptible 
como Muss conservó la v por u propia de la Romagna 
y decía que la aflicción era un acto pleno
       repetido para cada nueva condolencia 
ascendiendo hasta un clímax.
y George Horace dijo que él «conseguiría a Beveridge» (el 
      senador)
Beveridge no quería hablar ni escribir para los periódicos 
pero George lo enganchó, montando campamento en su hotel 
y asediándolo cada almuerzo desayuno y cena 
      tres artículos
y mi viejo siguió segando el maíz
      mientras George le estaba contando, 
después de atravesar el baldío
      donde a veces se veía un conejo silvestre 
o uno que quizás apenas se escapó 
      aoi!
      una hoja en la corriente
         junto a mis rejas ninguna Altea
         Mas
         Antes de que la estación muriera de frío 
         Alzado al hombro de un céfiro 
         Ascendí por el áureo cielo
            Lawes y Jenkins tu sueño velen 
            Dolmetsch siempre sea tu huésped,
         ¿Ha temperado la madera de la viola
         para enfatizar tanto lo grave como lo agudo?
         ¿Nos ha curvado la comba del laúd?
              Lawes y Jenkins tu sueño velen 
              Dolmetsch siempre sea tu huésped 
         ¿Habéis compuesto un aire tan leve 
         Para que desde la raíz la hoja se eleve?
         ¿Habéis encontrado     nube tan ligera 
         Que niebla ni sombra pareciera?
         Resolvedme, pues, decidme de verdad 
         Si Waller cantó o Dowland tocó
         Ambos tus ojos de pronto me habéis de abatir 
         Puesto que su fermosura no puedo sufrir
Y durante 180 años casi nada.
Ed ascoltando al leggier mormorio
       vino a mi tienda una nueva sutileza de ojos, 
fuese del espíritu o de hipóstasis,
       pero lo que esconde la venda 
o en el carnaval
         y ni un par manifestó enojo 
         Vi tan sólo los ojos y la postura entre los ojos, 
color, diástasis,
         por descuido o inadvertencia de que no tenía todo el 
espacio de la tienda 
ni había lugar para el pleno Eiótóc; 
traspasar, penetrar
         haciendo sombra apenas más allá de las otras luces 
         el claro cielo
         el mar de noche
         el verde de la laguna de montaña 
         resplandecía desde esos ojos sin máscara en el 
espacio de la media máscara 
Lo que amas de verdad perdura,
         el resto es basura
Lo que amas de verdad no te será arrebatado 
Lo que amas de verdad es tu auténtica heredad 
¿Mundo de quién, el mío o el de ellos 
         o acaso el de nadie?
Primero vino el visible, y luego así el palpable
         Elíseo, aunque fuese en los recintos del infierno, 
Lo que amas de verdad es tu auténtica heredad 
Lo que amas de verdad no te será arrebatado
La hormiga es un centauro en su mundo de dragón.
Doblega tu vanidad, no es el hombre
El que ha hecho el coraje, hecho el orden o la gracia,
        Doblega tu vanidad, doblega, digo.
Aprende del mundo verde cuál puede ser tu lugar 
en la escala de invención y el verdadero arte,
Doblega tu vanidad,
        Paquin, ¡doblégala!
El casco verde ha superado tu elegancia.
«Domínate a ti mismo, y los otros te soportarán»
        Doblega tu vanidad 
Eres un perro apedreado en el granizo 
Urraca hinchada bajo un sol errático 
Mitad negra mitad blanca 
y ni distingues el ala de la cola 
Doblega tu vanidad
        Mezquinos tus odios, 
nutridos en falsedad,
        Doblega tu vanidad
Avido de destruir, avaro en tu caridad.
Doblega tu vanidad,
        que la doblegues te dije.

Pero haber hecho en lugar de no hacer 
       esto no es vanidad Haber golpeado, con decencia,
Para que un Blunt abriera la puerta
       Haber recogido del aire una tradición viviente 
o de un magnífico ojo antiguo la llama invicta 
Esto no es vanidad.
       Aquí el error está en lo que no se ha hecho, 
en la timidez que trepidó...

(Del libro homónimo,
Editorial Sexto piso,
España, 2018,
Edición no bilingüe)

Ezra Pound (Hailey, E.E.U.U., 1885- Venecia, Italia, 1972)


(Traducción de Jan De Jager)

Pueden LEER la biografía y más poemas y ensayos en entradas
anteriores del autor.


1 comentario:

William Keith Sutherland dijo...

Muy buen trabajo en esta página lSaludos
Dejo mi blog por acá
https://williamkeithsutherland-poesia.blogspot.com