CANTO XLIX
A los siete lagos, y compuestos por nadie estos versos:
Lluvia; rio vacío; una travesía,
Fuego de nube congelada, lluvia torrentosa en el crepúsculo,
Un solo farol bajo el techo de la cabaña.
Las cañas pesan; se vencen;
y el bambuzal habla como gimiendo.
Luna de otoño; los cerros se elevan en torno a los lagos
contra el ocaso
El anochecer es como cortina de nube,
un borrón por encima de los pliegues del agua, y a su través
largas picas filosas del canelo,
una melodía fría entre las cañas.
Detrás de la colina la campana del monje
portada por el viento.
La vela pasó por aquí en abril, quizá vuelva en octubre.
Barco se esfuma en plata, lentamente;
Sola la resolana sobre el río.
Donde la bandera color vino atrapa la caída del sol
Escuetas chimeneas humean a contraluz
Llega entonces un arrebato de nieve sobre el río
El mundo se cubre de jade
El botecito flota como un farol,
El agua que corre se cuaja como de frío. Y en San Yin
son gentes de ocio y de buena vida
Gansos salvajes se abalanzan hacia el banco de arena,
Nubes se juntan alrededor del hueco de la ventana
Aguas abiertas, los gansos se alinean con el otoño
Grajos alborotan los faroles de los pescadores,
Una luz se mueve en el horizonte norte;
donde los niños pequeños van a mariscar entre las piedras.
En mil setecientos vino Tsing por estos lagos de los cerros.
Una luz se mueve en el horizonte sur.
¿Debe el Estado contraer deudas al crear riqueza?
Eso es una infamia, eso es Gerión.
Este canal aún conduce a TenShi
Aunque el viejo rey lo hizo excavar para su placer
Lluvia; rio vacío; una travesía,
Fuego de nube congelada, lluvia torrentosa en el crepúsculo,
Un solo farol bajo el techo de la cabaña.
Las cañas pesan; se vencen;
y el bambuzal habla como gimiendo.
Luna de otoño; los cerros se elevan en torno a los lagos
contra el ocaso
El anochecer es como cortina de nube,
un borrón por encima de los pliegues del agua, y a su través
largas picas filosas del canelo,
una melodía fría entre las cañas.
Detrás de la colina la campana del monje
portada por el viento.
La vela pasó por aquí en abril, quizá vuelva en octubre.
Barco se esfuma en plata, lentamente;
Sola la resolana sobre el río.
Donde la bandera color vino atrapa la caída del sol
Escuetas chimeneas humean a contraluz
Llega entonces un arrebato de nieve sobre el río
El mundo se cubre de jade
El botecito flota como un farol,
El agua que corre se cuaja como de frío. Y en San Yin
son gentes de ocio y de buena vida
Gansos salvajes se abalanzan hacia el banco de arena,
Nubes se juntan alrededor del hueco de la ventana
Aguas abiertas, los gansos se alinean con el otoño
Grajos alborotan los faroles de los pescadores,
Una luz se mueve en el horizonte norte;
donde los niños pequeños van a mariscar entre las piedras.
En mil setecientos vino Tsing por estos lagos de los cerros.
Una luz se mueve en el horizonte sur.
¿Debe el Estado contraer deudas al crear riqueza?
Eso es una infamia, eso es Gerión.
Este canal aún conduce a TenShi
Aunque el viejo rey lo hizo excavar para su placer
K E I MEN RAN KEI
K I U MAN MAN KEI
JITSU GETSU K0 KWA
TAN FUKU TAN KAI
Sale el sol, trabaja
se pone el sol, a descansar
cava el pozo y bebe del agua
labra el campo, come del cereal
Poder ¿imperial? Y eso a nosotros ¿qué?
La cuarta, la dimensión de la quietud.
Y el poder sobre las bestias salvajes.
CANTO LXXXI
Zeus se arrellana en el regazo de Ceres
Taishan es atendido de amores
bajo Citerea, antes del amanecer
y dijo él: «Hay aquí mucho catolicismo (lo pronunció
catoliGismo)
y muy poca reliHión»
y dijo: «Kings will, I think, disappear»
(Yo creo que los reyes desaparecen)
Ése fue el Padre José Elizondo
en 1906 y en 1917
o alrededor de 1917
Dolores decía: «Come pan, niño» eat bread,
me lad
Sargent la había pintado
antes de descender
(es decir, si es que descendió)
pero en esos días realizaba bocetos,
impresiones de los Velázquez del Museo del Prado
y los libros costaban una peseta,
los candelabros de bronce en proporción,
el viento venía de los pantanos
y el frío mortal de las montañas.
Y más tarde Bowers escribiría: «Pero tanto odio,
nunca pude imaginar tanto odio»
y los rojos de Londres no delatarían a sus amigos
(es decir, amigos de Franco
que trabajaban en Londres) y en el Alcázar
cuarenta años ha, decían: «Vuelve a la estación para comer
y puedes dormir aquí por una peseta»
los cencerros de las cabras tintineaban toda la
noche
y la posadera se reía: ¡Eso es luto, ja!
mi marido está muerto
cuando me dio papel para escribir
con un borde negro de media pulgada o más,
digamos 5/8avos, de la locanda
«A todos los extranjeros los llamamos franchutes»
y el huevo se rompió en el bolsillo de Cabránez,
y así hizo historia. Basil dice
que aporrearon los tambores por tres días
hasta reventar todos los parches
(sencilla fiesta de pueblo)
y en cuanto a su vida en las Canarias...
el Reverendo observó que la danza portugansa local
la bailaban los mismos bailarines en las diversas localidades
a modo de bienvenida política...
la técnica de la manifestación
Cole la estudió (no G.D.H., Horace)
«Descubrirás», dijo el viejo André Spire, que todos
los hombres de ese directorio (Crédit Agricole)
tienen un cuñado
«Tú el uno, yo los pocos»
decía John Adams
hablando de temores abstractos
a su volátil amigo Mr. Jefferson.
(romper el pentámetro, ése fue el primer batacazo)
o como dice Jo Bard:
si es un panadero y una conserje visiblemente
son La Rochefoucauld y de Maintenon
audiblemente
«Te cavero la budella»
«La corata a te»
En menos de una era geológica
dijo Henry Mencken
«Algun@s cocinan, algun@s no cocinan
hay cosas que no se pueden alterar»
’’Iugx ’emòn potí dwma aòn andra
Lo que cuenta es el nivel cultural
gracias a Benin por esta mesa hecha de cajas de
embalaje
«No le digá’ a naide que yo la hice»
de una máscara tan exquisita como cualquiera de
las de Fráncfort
«Te va levanté’ del suelo»
Leve como la rama de Kuanon
Y en un primer momento decepcionado con lo destartalado
las dársenas peladas y precarias, pero entonces vio las
altas ruedas de las calesas
y se reconcilió,
George Santayana al llegar al puerto de Boston
y conservó hasta el final de su vida ese leve ceceo
propio del español
como una gracia casi imperceptible
como Muss conservó la v por u propia de la Romagna
y decía que la aflicción era un acto pleno
repetido para cada nueva condolencia
ascendiendo hasta un clímax.
y George Horace dijo que él «conseguiría a Beveridge» (el
senador)
Beveridge no quería hablar ni escribir para los periódicos
pero George lo enganchó, montando campamento en su hotel
y asediándolo cada almuerzo desayuno y cena
tres artículos
y mi viejo siguió segando el maíz
mientras George le estaba contando,
después de atravesar el baldío
donde a veces se veía un conejo silvestre
o uno que quizás apenas se escapó
aoi!
una hoja en la corriente
junto a mis rejas ninguna Altea
Mas
Antes de que la estación muriera de frío
Alzado al hombro de un céfiro
Ascendí por el áureo cielo
Lawes y Jenkins tu sueño velen
Dolmetsch siempre sea tu huésped,
¿Ha temperado la madera de la viola
para enfatizar tanto lo grave como lo agudo?
¿Nos ha curvado la comba del laúd?
Lawes y Jenkins tu sueño velen
Dolmetsch siempre sea tu huésped
¿Habéis compuesto un aire tan leve
Para que desde la raíz la hoja se eleve?
¿Habéis encontrado nube tan ligera
Que niebla ni sombra pareciera?
Resolvedme, pues, decidme de verdad
Si Waller cantó o Dowland tocó
Ambos tus ojos de pronto me habéis de abatir
Puesto que su fermosura no puedo sufrir
Y durante 180 años casi nada.
Ed ascoltando al leggier mormorio
vino a mi tienda una nueva sutileza de ojos,
fuese del espíritu o de hipóstasis,
pero lo que esconde la venda
o en el carnaval
y ni un par manifestó enojo
Vi tan sólo los ojos y la postura entre los ojos,
color, diástasis,
por descuido o inadvertencia de que no tenía todo el
espacio de la tienda
ni había lugar para el pleno Eiótóc;
traspasar, penetrar
haciendo sombra apenas más allá de las otras luces
el claro cielo
el mar de noche
el verde de la laguna de montaña
resplandecía desde esos ojos sin máscara en el
espacio de la media máscara
Lo que amas de verdad perdura,
el resto es basura
Lo que amas de verdad no te será arrebatado
Lo que amas de verdad es tu auténtica heredad
¿Mundo de quién, el mío o el de ellos
o acaso el de nadie?
Primero vino el visible, y luego así el palpable
Elíseo, aunque fuese en los recintos del infierno,
Lo que amas de verdad es tu auténtica heredad
Lo que amas de verdad no te será arrebatado
La hormiga es un centauro en su mundo de dragón.
Doblega tu vanidad, no es el hombre
El que ha hecho el coraje, hecho el orden o la gracia,
Doblega tu vanidad, doblega, digo.
Aprende del mundo verde cuál puede ser tu lugar
en la escala de invención y el verdadero arte,
Doblega tu vanidad,
Paquin, ¡doblégala!
El casco verde ha superado tu elegancia.
«Domínate a ti mismo, y los otros te soportarán»
Doblega tu vanidad
Eres un perro apedreado en el granizo
Urraca hinchada bajo un sol errático
Mitad negra mitad blanca
y ni distingues el ala de la cola
Doblega tu vanidad
Mezquinos tus odios,
nutridos en falsedad,
Doblega tu vanidad
Avido de destruir, avaro en tu caridad.
Doblega tu vanidad,
que la doblegues te dije.
Pero haber hecho en lugar de no hacer
esto no es vanidad Haber golpeado, con decencia,
Para que un Blunt abriera la puerta
Haber recogido del aire una tradición viviente
o de un magnífico ojo antiguo la llama invicta
Esto no es vanidad.
Aquí el error está en lo que no se ha hecho,
en la timidez que trepidó...
(Del libro homónimo,
Editorial Sexto piso,
España, 2018,
Edición no bilingüe)
(Traducción de Jan De Jager)
Pueden LEER la biografía y más poemas y ensayos en entradas
anteriores del autor.

1 comentario:
Muy buen trabajo en esta página lSaludos
Dejo mi blog por acá
https://williamkeithsutherland-poesia.blogspot.com
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