Decir que alguna vez contuvo margaritas y campánulas
Es ignorar de algún modo
Su brillo indeleble, donde, en añicos contra el suelo,
Yace el ancho vaso como si acogiera al sol,
Orladas sus verdes hojas, deshecho su entero resplandor,
Esparció su vidriada integridad por todas partes;
Liberados espectros hablarán
De un florecer más frío donde roto quedó el frío cristal.
Aunque fragmentos se desplomaron de la unidad al caos,
Cada arista retiene
La nota opalina de la imperfección
Cuyos rayos, asimétricos, emitirán
Más de una red de ángulos de luz
Que al anochecer se dirijan hacia puntos ilesos
Y esbocen en la estancia
Las posibilidades del fuego y su aceptación.
Las generosas curvaturas de vidriado artificio
Dan fe de su pureza
En unidades lúcidas. Libre de estas,
Como el amor triunfa sobre la irrelevancia
Y construye armonía de disonancias
Y de algún modo vive entre nosotros, roto, como si
El tiempo fuera un vaso roto
Y nuestra última alegría asumir que no se puede remediar.
Astillas presagian ruina desde el suelo,
Cortan estructuras en el aire,
Delimitan, como ojos o brújulas, un rostro
De matemática fijeza, haz de luz
En cuyo círculo podemos colocar
Todas las soledades del amor, espacio para el rostro del amor,
Reverdecidos proyectos de amor,
Los monumentos del amor como lápidas en nuestras vidas.
James Merrill (E.E.U.U., New York, 1926, Tucson, Arizona, 1995)
(Traducción: Jeannette L.Clariond)
The Broken Bowl
To say it once held daisies and bluebells
Ignores, if nothing else,
Its diehard brilliance where, crashed on the floor,
The wide bowl lies that seemed to cup the sun,
Its green leaves curled, its constant blaze undone,
Spilled all its glass integrity everywhere;
Spectrums, released, will speak
Of colder flowerings where cold crystal broke.
Glass fragments dropped from wholeness to hodgepodge
Yet fasten to each edge
The opal signature of imperfection
Whose rays, though disarrayed, will postulate
More than a network of cross-angled light
When through the dusk they point unbruised directions
And chart upon the room
Capacities of fire it must assume.
The splendid curvings of glass artifice
Informed its {lawlessness
With lucid unities. Freed from these now,
Like love it triumphs through inconsequence
And builds its harmony from dissonance
And lies somehow within us, broken, as though
Time were a broken bowl
And our last joy knowing it shall not heal.
The splinters rainbowing ruin on the floor
Cut structures in the air,
Mark off, like eyes or compasses, a face
Of mathematic fixity, spotlight
Within whose circumscription we may set
All solitudes of love, room for love's face,
Love's projects green with leaves,
Love's monuments like tombstones on our lives.
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