Cuando pasaba la mirábamos hasta que se perdía. Luego retomábamos la charla como si nunca hubiese cruzado frente a nosotros un ángel con minifalda.
Ninguno se atrevió a decirle nada. Solo la mirábamos en silencio, y es probable que a todos se nos apareciera en el sueño. Era la muchacha más hermosa que había llegado al barrio. Minifalda, tacos, caderas electrizantes nos dejaban mudos cuando iban y volvían de la tienda. Nadie admitió estar enamorado. Nos hacíamos los locos conversando de fútbol o de cosas de mayores. Muchachos altaneros fumando todo lo que había en la esquina e intentando vivir la vida como en una película de Spike Lee.
Muchacha fresca. Diosa que al menor gesto suyo cualquiera hubiera ido como un perro a cumplir lo que pida. Pero antes de que esto sucediera apareció acompañada de un bonito, que al atravesar frente a nosotros le pusimos el pie y cuando quiso reaccionar le caímos a patadas.
Al poco tiempo, mi vieja decidió cambiarse de barrio, y más tarde me enteré de que Licario había vacilado con la muchacha, también el loco Miguel, antes de que cayera en manos del negro Carlos y tuvieran una cría.
Edwin Madrid (Ecuador; Quito, 1961)
IMAGEN: Mónica Belucci en una escena de "Malena", film de Giussepe Tornatore.
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