Recién
cuando me levanto a despedirme
sabés
que este perro es mío:
porque
se cuida solo, en un rincón,
a menos
que lo necesiten,
silencioso,
invisible,
como
medio dormido,
sombra
ligeramente elaborada
entre
las sombras
hasta
que se levanta rápido
de un
solo movimiento,
como un
oso que emerge de los árboles
y
extrañamente es más que cualquier cosa que hayas visto,
él va
conmigo -y yo con él-
y lo
que a mí me falta lo lleva en esa gran
cabeza
negra, una reserva
llena
de sueños
de los que no soy parte, aunque les sigo
el
hilo, como el humo de un arma en un claro
o una
hueste lejana de voces en lo oscuro, corriendo
hacia
nosotros, arriesgando al viento su alegría
como si
la tierra misma
estuviera
hecha de deseo.
John
Burnside (Escocia, Dunfermline, Fife, 1955)
(Traducción: Daniel Lipara)
(Del Libro: Aprender a dormir,
Ed. Audisea, 2017)
-Obsequio del libro en papel:
Silvio Katz-.
ET CANEM MEUM
It’s only
when I rise to take my leave,
you know
this dog is mine:
for he
keeps to himself, in the corner,
unless he
is needed,
invisible,
silent,
seemingly
half-asleep,
a slighdy
elaborate shadow
amongst the
shadows,
till,
rising to his feet
in one
swift move,
the way a
bear, emerging from the trees,
is
strangely more than anything you know,
he goes
along with me - and I with him –
and what I
lack, he carries in that great
dark head,
a brimming
reservoir
of dreams
I am not
party to, although I catch
the drift
of it, like gunsmoke in a clearing,
or some far
host of voices in the dark,
running
towards us, chancing their joy to the wind,
as if the
earth itself
was done with longing.
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