jueves, 17 de septiembre de 2020

CORDEROS NACEN EN LA NIEVE












Las piezas de un rostro se clavan
en mis circunvoluciones
como espejo advenedizo.
La importancia de las cosas
radica solamente en el espacio de una orilla
golpeada con marítima violencia
bajo la bruma perturbando luces empapadas.

La persistencia del almácigo
se ve en la noche interminable
donde nada salva el frío
y los seres están hechos a la suerte de su piel.

En todo amanecer de invierno
el sol se asoma sobre el monte
corderos nacen en la nieve
mientras lloramos las mil pérdidas que vamos a tener
corderos nacen en la nieve
a pesar de las esquirlas que atraviesan mi cabeza
y el sol vuelve a salir cada mañana
y vuelve a derretir la escarcha amenazante
y cada uno sale en busca de su muerte.




PARA EL QUE GUARDA SILENCIO A LA SOMBRA DEL MANZANO

No invoco las monedas de la lluvia
para imitar el sendero de los trenes
ni para repetir el vacío que solo se remedia
en la existencia de las aves
que salen del estómago de un muerto.
Encima del cadáver también crece la yerba
la sal de una lágrima
el metal de una sangre
también pueden crujir en un lugar
si se miran en la sombra del manzano.
El horror puede ser bello en la vitrina
porque no ha tocado un cuerpo
que no corra a esconderse en el primer olor a pólvora.
Conozco tu silencio,
te he visto caminando por un pueblo fantasma
y usábamos los mismos zapatos y los mismos trajes
teníamos el mismo sabor de los planetas en la lengua
la transparencia del cristal con que tropieza el pensamiento.
La soledad de una locura hambrienta
que tirita en el centro del bosque.


(Tomado del llibro: Panorama de
Poesía chilena joven, Maraña, Alquimia
Ediciones, 2019)
 Isidora Vicencio



Isidora Vicencio (Puerto Cisnes , 1992). Creció en la Patagonia chilena. Actualmente reside en Valdivia y cursa el 5° año de Bioquímica en la Universidad Austral de Chile. Además de estudiar ciencias duras, Isidora se dedica a la escritura poética y algunos de sus trabajos han sido publicados en antologías como Red de Talleres Literarios (2008) y Contramarea (2012). Publicó la plaquette: Primeras casas; Caletita Monterrey (2016) y el poemario, Casas enterradas (Lar, 2018).





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