lunes, 31 de mayo de 2021

UNA NUEVA BELLEZA


 










(A Pedro Ariel Meirelles)
 
 
                            Se comprende por qué
después de conocer la “magnífica desolación”* de la Luna
                el astronauta nunca más se quejó
                           del tiempo que hace
 
Descubierta la belleza sideral de la Tierra a través
             del espejo lunar - ojalá nuestro futuro
             no aparezca en esa archiadmirada
           bola de cristal - de cerca, polvorienta
sin olor, sin atmósfera, sin nada además de cráteres
 
Cuando el dedo de la joven del tiempo en la TV
    roza la faz azul de la Tierra apuntando lugares
     y la música del tiempo toca mientras se sabe
       que el planeta tendrá frentes fríos y calientes
             calima nieve tifones tempestades...
 
      y en la vasta colcha mutante son enmendados
            los cielos rosas los cielos nublados
el sol brillando las nubes goteando sobre grandes ciudades
          — Londres Lisboa Tokio Los Angeles...
Río de Janeiro Madrid Estambul Buenos Aires
                       - todo junto genera
una sensación extraña - lágrima impersonal climática
                      que circula por el ser
          como las profecías de meteorología rodeando
     la bola del sueño en que día tras día despertamos
 
* “Magnífica desolación”, resumió el astronauta Aldrin al pisar el suelo lunar el 20 de julio de 1969.
 
 

(Del libro “Tejer y destejer –
7 poetas contemporáneas del Brasil”,
Ed. BAJOLALUNAPOESÍA, 2020. 

Lu Menezes
 
(Selección y traducción: Agustina Roca)
 
  
UMA NOVA BELEZA
 
(A Pedro Ariel Meirelles
 
                        Compreende-se por que
       depois de conhecer a “magnífica desolação”* da Lúa
                o astronauta nunca mais se queixou
                        do tempo que faz
 
        Descoberta a beleza sideral da Terra através
             do espelho lunar — oxalá nosso futuro
               não apareça nessa arquiadmirada
             bola de cristal — de perto, empoeirada
sem cheiro, sem atmosfera, sem nada além de crateras
            Quando o dedo da moça do tempo na TV
               roça a face azul da Terra apontando lugares
               e a música do tempo toca enquanto se sabe
                 que o planeta terá frentes frias e quentes
                   canícula neve tufões tempestades...
 
          e na vasta colcha mutante são emendados
              os céus de rosas os céus nublados
o sol brilhando as nuvens pingando sobre grandes cidades
            - Londres Lisboa Tóquio Los Angeles...
              Rio de Janeiro Madri Istambul Buenos Aires
                            - tudo junto gera
         sensação estranha — lágrima impessoal climática
                       que rola pelo ser afora
       como as profecias da meteorologia contornando
       a bola de sonho em que dia após dia acordamos
 
*Magnifica desolação , resumiu o astronauta Aldrin ao pisar no solo lunar em 20 de julho de 1969.

 


 Lu Menezes (São Luis, Maranhão, 1948), reside en Río de Janeiro. Es licenciada en Sociología (UnB) y tiene un doctorado en Literatura Comparada (Uerj). Ha pu­blicado los libros de poesía: O amor é tão esguio (Ed. Independiente, 1980); Abre-te, rosebud! (Sette Letras, 1996); Onde o céu descasca (Editora 7Letras, 2011); Gabinete de Curiosidades, com Augusto Massi (Luna Parque, 2016). Como ensayista ha publicado Francis­co Alvim por Lu Menezes, colección Ciranda da Poesia (Eduerj/Editora UFPR, 2013). Participa, entre otras, en las antologías: Esses poetas: uma antologia dos anos 90, or­ganizada por Heloisa Buarque de Hollanda (Aeroplano, 1998); Os cem melhores poemas brasileiros do século, or­ganizada por Italo Monconi (Objetiva, 2001); La poésie brésilienne aujourd’hui, compilada por Flora Süssekind, con traducción de Patrick Quillier (Le Cormier, 2011) y A extração dos dias: poesia brasileira agora, organiza­da por Gustavo Silveira Ribeiro (Revista Escamandro, 2017). Resultó premiada com uma Bolsa Vitae de Artes (2002). Integró la representación brasileña en Europália (Bélgica, 2011) y en el Salón del Libro de París (2015).
 
 
 
 


sábado, 29 de mayo de 2021

el sentido se siente con el cuerpo


 










el sentido se siente con el cuerpo, como el ojo se moja cuando llora, el sentido es caliente como el cuerpo, como el ojo que brilla cuando gusta, el sentido se piensa con el cuerpo, que presiente ese sentir que no miente, (¿cómo se dice lo que nunca se dice? ¿lo que se desdice? ¿cómo se dice lo que se dice por azar? ¿cómo se dice realmente?) el sentido se dobla como el cuerpo que siente otro cuerpo junto al cuerpo, se viste con el cuerpo que desviste los velos de sus secretos y sus miedos, se va leyendo bien lento, en silencio, cuando casi de lo opuesto me convenzo, (¿cómo se dice lo que nunca se dice? ¿cómo se quiere lo que nunca se hizo? ¿cómo se hace lo que nunca se quiso? ¿cómo se dice lo que pende de un hilo?) el silencio se va leyendo en silencio, cuando casi de lo contrario me convenzo, se va leyendo sentido en el silencio, se va viendo, de lo contrario me convenzo, el silencio va diciendo al silencio: así se dice lo que se dice realmente, así dice lo que se quiere-deseo

 
 
 (Del libro “Tejer y destejer
– 7 poetas contemporáneas del Brasil”,
Ed. BAJOLALUNAPOESÍA, 2020. 
 Josely Vianna Baptista
 
(Selección y traducción: Agustina Roca)
 

o sentido se sente com o corpo, como o olho se molha quando chora, o sentido é quente como o corpo, como o olho que brilha quando gosta, o sentido se pensa com o corpo, que pressente esse sentir que não mente, (como se diz o que nunca se diz? o que se desdiz? como se diz o que se diz a esmo? como se diz mesmo?) o sentido se dobra como o corpo que sente outro corpo rente ao corpo, se veste com o corpo que desveste os véus de seus segredos e seus medos, vai-se lendo bem lento, em silêncio, quando quase do avesso me convenço, (como se diz o que nunca se diz? como se quis o que nunca se fez? como se faz o que nunca se quis? como se diz o que está por um triz?) o silencio vai-se lendo em silencio, quando quase do avesso me convenço, vai- se lendo sentido no silêncio, vai-se vendo, do avesso me convenço, o silêncio vai dizendo ao silêncio: assim se diz o que se diz mesmo, assim que diz o que se quer-desejo
 
 
 
Josely Vianna Baptista (Curitiba, 1957). Poeta, tra­ductora y editora. Autora de los libros de poesía: Ar (Ilu­minuras, 1991); Corpografias (Iluminuras, 1992); Creó la colección Cadernos da Amerindia, dedicada a temas culturales y textuales de etnias sudamericanas (1996); A Concha das Mil Coisas Maravilhosas do Velho Caramujo (Mirabilia, 2001), VI Premio Internacional del Libro Ilustrado Infantil y Juvenil del Gobierno de México; On the shining screen of the eyelids, Premio Creative Wor­ks Fund (Manifest Press, 2003, SE); Los poros floridos (Aldus, México, 2002); Musa paradisíaca (Mirabilia, 2004); Sol sobre nuvens (Perspectiva, 2007); Roça barro­ca (Cosac Naify, UNAM 2011, relanzada en SESI-SP, 2018), Premio Jabuti 2012. Moradas nómades. Edición y traducción de Reynaldo Jiménez (Juana Ramirez Edi­tora, 2019). Se publicó su traducción crítica de Popol Vuh (Editora Ubu, 2019). Integra The Oxford Book of Latín American Poetry (Oxford University Press, New York, 2009). Creó el sitio-concepto: http://natelarutiladaspalpebras.telarutila.com/index. html
 
 




jueves, 27 de mayo de 2021

UN DÍA VOY A MORIR


 







                      Un día voy a morir - y eso, además de increíble, me sorprende. Nunca me dejó de sorprender. A mí, al menos, que no me considero eterna, aunque vivo inmersa en la costumbre de ser yo misma; en esta vivencia que, de tanto repetirse, parece adquirir fundamento y legitimidad. Pero ¡qué hacer! Morir es lo que hay. Y después — el inmenso vacío, la disolución de todo, de todo y cualquier cosa. La disolución de momentos como, por ejemplo, esta escena de ahora, en que levanto los ojos de la libreta roja y encuentro los ojos de él, los ojos del hombre atractivo, que está agachado, desarmando sus instrumentos. Él también hace su pausa mientras anota para mirarme.
 
                   ¿Hacia dónde van momentos como este, de alegre complicidad, después de que todo acabe? Y ¿para qué intentar esquivar esa tremenda convicción, que puede ser el único norte de toda una vida?
 
 
 (Del libro “Tejer y destejer
– 7 poetas contemporáneas del Brasil”,
Ed. BAJOLALUNAPOESÍA, 2020. 
 
Claudia Roquette-Pinto
 
(Selección y traducción: Agustina Roca)
 


Um dia eu vou morrer
 
                       Um dia eu vou morrer — e isso, além de inacreditável, me surpreende. Nunca deixou de surpreender. A mim, ao menos, que não me considero eterna, mas vivo imersa no costume de ser eu mesma; nessa vivência que, de tanto se repetir, parece adquirir fundamento e legitimidade. Mas qual o quê! Morrer é o que há. E depois — o imenso vazio, a dissolução de tudo, de toda e qualquer coisa. A dissolução de momentos como, por exemplo, essa cena, em que levanto os olhos do caderninho vermelho e encontro os olhos dele, os olhos do homem bonito, que está agachado, desmontando seus instrumentos. Ele também faz sua pausa pra me olhar anotando.
                      Pra onde vão os momentos como este, de alegre cumplicidade, depois que tudo se acaba? E pra que ainda fazer qualquer tentativa de driblar essa tremenda certeza, que pode ser o ánico norte de toda uma vida?
 
 
 
Claudia Roquette-Pinto (Río de Janeiro, 1963). Es licenciada en Traducción Literaria (PUC-RJ). Dirigió durante cinco años el Diario Cultural Verve. Ha publi­cado los libros de poesía: Os Dios Gagos (Edição da auto­ra, 1991); Saxífraga (Editora Salamandra, 1993); Zona de Sombra (Editora 7letras, 1997); Corola (Atelié Edi­torial, 2001), Premio Jabuti 2002; Margem de Manobra (Editora Aeroplano, 2005). Publicó el libro infantil Ba­roque e Jaguar: a origen do fuego (Editora Língua geral, 2009) y un libro de prosa poetica erótica Entre lobo é cão, ilustrado con sus collages (Editora Circuito, 2014). Sus poemas se han traducido al inglés, al alemán, al es­pañol y al francés en las siguientes antologías: Nothing the Sun Could not Explain: 20 Contemporary Brazilian Poets (Sun & Moon Books, Voi. 3,1997); The PIPAn- tology of the World Poetry of de 20 Century (El —E-Phant Books, Vol.3, 2000); Os Cem Melhores Poemas Brasilei­ros do Século (Editora Objetiva, 2001); La poesía del siglo XX en Brasil (Editorial Visor, 2012).
 



martes, 25 de mayo de 2021

un puente cortado al medio


 









un puente cortado al medio
estar en el borde del andamio estar
en la punta de una grúa
en lo alto de este puente cortado al medio
de este puente que un día quién sabe
uniría dos montañas un puente
sobre el valle desplegado en tonos de verde
pienso que estar en el borde del andamio es
permitir recuerdos que nos detienen nos lanzan
imágenes que insisten y un olor imperceptible en el aire
siempre un puente que se construye sobre
un valle temporal infinito
infinitamente plegable en tonos de verde y entonces
lo que ocurre es la construcción de un puente
que muchas veces no se concluye y queda como éste
cortado al medio una punta para cada lado
como dos brazos que se estiran al máximo
uno en dirección al otro
uno apoyado a cada lado del gran valle
sin conseguir tocarse
 
*** 
 
dejame ir era la chica que decía dejame
ir así mismo como estoy descalza camisa
arrugada dejá dejame era la voz de una mujer
allá lejos muy fina aguda era un pedido él
se anudaba a sus pies no la dejaba así nomás
la mesa puesta para el café ella sabía que el tiempo había sido
este no era un tiempo planeado simplemente
éste ella sabía que él pedía algo imposible dejame
es simple más simple que atrapar a una
imagen soy apenas una imagen atravesando
la ventana la luz blanca apenas una visión necesito
partir así mismo descalza los cabellos
despeinados el tiempo de este modo sobre nosotros
veloz como un evento banal habitual dejame
la voz era fina suplicante él no la dejaba ir los brazos
se ataban a las piernas a la cintura a la piel de una imagen
blanca tan blanca que no se veía sólo él la veía y
la agarraba a distancia un barco incluso sin el tacto
el olor los pies los cabellos despeinados los pies en el piso la historia
agotada por el tiempo súbito un farol pasando por una esquina
la iluminación súbita del farol el vidrio iluminado de reojo
la visión el vapor él se ataba ella pedía dejame ir es simple
necesito ir me estoy yendo así mismo como estoy
los pies tocando levemente el piso adelante y atrás
 
  

(Del libro “Tejer y destejer
– 7 poetas contemporáneas del Brasil”,
Ed. BAJOLALUNAPOESÍA, 2020. 

 Annita Costa Malufe 

(Selección y traducción: Agustina Roca)

 

 

uma ponte cortada ao meio
estar na beira do andaime estar
na ponta de um guindaste
no alto desta ponte cortada ao meio
desta ponte que um dia quem sabe
ligaria duas montanhas uma ponte
sobre o vale desdobrado em tons de verde
penso que estar na beira do andaime é
permitir lembranças que nos suspendem nos lançam
imagens que insistem e um cheiro imperceptível no ar
sempre uma ponte que se constrói sobre
um vale temporal infinito
in finitamente desdobrável em tons de verde e então
o que se passa é a construção de uma ponte
que muitas vezes não se conclui e fica como esta
cortada ao meio uma ponta para cada lado
como dois braços que se esticam ao máximo
um em direção ao outro
um apoiado em cada lado do grande vale
sem conseguir se tocar
 
 
 
me deixe ir era a moça que dizia me deixe
ir como estou assim mesmo pés no chão blusa
amarrotada deixe me deixe era a voz de uma mulher
la longe muito fina aguda era um pedido ele
se amarrava a seus pés ele não a deixava não assim
a mesa posta para o cafe ela sabia que o tempo tinha sido
este não um tempo planejado mas simplesmente
este ela sabia que ele pedia algo impossível deixe-me
é simples 
mais simples do que se prender a uma
imagem eu sou apenas uma imagem adentrando
a janela a luz branca apenas uma visão preciso
partir assim mesmo de pés no chão os cabelos
desalinhados o tempo deste modo sobre nós
súbito como um evento banal corriqueiro deixe-me
a voz era fina suplicante ele não a deixava ir os braços
se atavam às pernas 
à cintura à pele de uma imagem
branca tão branca que não se via apenas ele a via e
a prendia mesmo longe um vapor mesmo sem o tato
o cheiro os pés os cabelos em desalinho os pés no chão a história
rompida pelo tempo súbito um farol passando numa esquina
a iluminação súbita do farol o vidro iluminado de relance
a visão o vapor ele se atava ela pedia deixe-me fr é simples
preciso ir estou indo assim mesmo como estou
os pés tocando de leve o chão 
à minha frente e após
 
 


 

Annita Costa Malufe (San Pablo, 1975). Tiene un doctorado en Teoría e Historia Literaria (Unicamp), un màster en Comunicación y Semiótica (PUC-SP) y un postdoctorado en Samuel Beckett (USP). Ha publicado los libros de poesía: Fundos para días de chuva (Edi­tora 7Letras, 2004); Nesta cidade abaixo de teus olhos (Editora 7Letras, 2007); Como se caísse devagar (Editora 34, 2008), semifinalista del Prémio Portugal Telecom; Quando não estou por perto (Editora 7Letras 2012), se­mifinalista del Prémio Portugal Telecom; Um caderno para coisas práticas (Editora 7Letras, 2016), semifinalis­ta del Prémio Oceanos (2017); Ensaio para casa vazia (Editora 7Letras, 2016). Ha publicado los siguientes ensayos: Territórios dispersos: a poética de Ana Cristina Cesar (Ed. Annablume/Fapesp, 2006); Poéticas da imanência: Ana Cristina Cesar e Marcos Sisear (Editora 7Letras/Fapesp, 2011).

 

 

 

 


domingo, 23 de mayo de 2021

SÓLO SEXO











Era sólo sexo, o sea,
era el amor entero
un pequeño verano
implacable
eran manos que pensaban
manos con memoria
eran cabellos incendiados y el encuentro
alto
de los miembros
sólo sexo
sólo el descubrimiento del deseo que no
se tenía (su azúcar
violento)
sólo ajustes de cuenta, sólo viajes
a los sitios
más exactos
sólo sexo, sólo pedazos de cuerpos
ardiendo
en el contacto
sólo metamorfosis, sólo travesías
e improvisos
sólo ser lo que se adentra, sólo entradas
y salidas
sólo confusión de pierna y
pensamiento
sólo conocimiento y desastre
sólo estremecimiento 
y calma
sólo la espera
eléctrica
sólo navajas y relámpagos
sólo sexo, 
sólo caída hacia
lo alto
sólo sembrar para
nada
sólo gestos gastos
locas, sólo interrupción y silencio
sólo bocas
recibiéndose
sólo vueltas alrededor
de un pequeño sol
oscuro
sólo huecos
bruscos
sólo dos relojes
jadeantes buscando
ajustar la mecánica dulce
y bruta de sus gestos
sólo la difícil belleza y respiración
sólo un nombre tropezándose
en otro nombre
sólo el espacio entre
cigarrillos
sólo lumbre
sólo el acontecimiento súbito
de una mínima canción
sólo roce de fueras
y dentros
sólo comuniones
de ecos
sólo fuerzas
sin combate
sólo sexo.
 
 


EL PENDIENTE
 
Puede ser que como las estrellas
las cosas estén separadas
por pequeños intervalos de tiempo
puede ser que nuestras manos
de un día para otro
dejen de caber
unas dentro de otras
puede ser que en el camino al cine
pierda una de mis ideas
preferidas
y puede ser
que de regreso
me haya resignado
alegremente
a esa pérdida
puede ser
que mi reflejo sucio
en el vidrio de la cafetería
sea una imagen de mí
más exacta
que esta fotografía
más exacta que el recuerdo
que tiene de mí
una antigua colega del colegio
más exacta que la idea
que yo misma
ahora tengo de mí
y por eso puede ser que la muchacha cansada
de ojos tristes
que trabaja en la cafetería
tenga una imagen de mí
más fiel
que cualquier otra persona
puede ser que un gesto
una forma de doblar los labios
te devuelva
súbitamente
toda la infancia
del mismo modo que una taza
puede valer un viaje
y una silla
puede equivaler a una ciudad
pero un perro estirado al sol no es el sol
y un miércoles no puede ser lo mismo
que una vida entera
puede ser
mi querido
que olvidando en tu cama
mi pendiente izquierdo
te obligue más tarde
a pensar en mí
al menos por un momento
al recoger el pequeño círculo
de plata
cuyo peso
frío
ahora sentís en tus manos
como si fuese
(pero oh tan inexacto)
mi amor.

 (Del libro “Tejer y destejer
– 7 poetas contemporáneas del Brasil”,
Ed. BAJOLALUNAPOESÍA, 2020. 

 

Ana Martins Marques

 

(Selección y traducción: Agustina Roca)

 
 
SO SEXO
 
Era só sexo, ou seja,
era o amor inteiro
um pequeno verão
implacável
eram mãos que pensavam
mãos com memória
eram os cabelos incendiados e o encontro
alto
dos membros
só sexo
só descoberta do desejo que nem
se tinha (seu açúcar
violento)
só acertos de conta, só viagens
aos sítios
mais exatos
só sexo, só pedaços de corpos
ardendo
do contato
só metamorfose, só passagens
e improvisos
só ser o que se adentra, só entradas
e saídas
só confusão de perna e
pensamento
só conhecimento e desstre
só estremecimento e calma
só a espera
elétrica
só 
facas e relâmpagos
só sexo, só queda para
o alto
só semear para
nada
só gestos gastos
à toa, só interrupção e silêncio
só bocas recebendo
-se
só voltas em torno
de um pequeno sol
escuro
só buracos
bruscos
só dois relógios
arfantes buscando
ajustar a mecânica doce
e bruta dos seus gestos
só a difícil beleza e respiração
só um nome esbarrando-se
num nome
só o espaço entre
cigarros
só lume
só o acontecimento súbito
de uma mínima canção
só atrito de foras
e dentros
só comunhões
de ecos
só forças
sem combate
só sexo
 
 
O BRINCO
 
Pode ser que como as estrelas
as coisas estejam separadas
por 
pequenos intervalos de tempo
pode ser que as 
nossas maos
de 
um dia para o outro
deixem de caber
umas dentro das outras
pode ser que no caminho para o cinema
eu perca uma de minhas ideias
preferidas
e pode ser
que já na volta
eu me tenha resignado
alegremente
a essa perda
pode ser
que o meu reflexo sujo
no vidro da lanchonete
seja uma imagem de mim
mais exata
do que esta fotografia
mais exata do que a lembrança
que tem de mim
uma antiga colega de colégio
mais exata do que a ideia
que eu mesma
agora tenho de mim
e portanto pode ser
que a moça cansada
de olhos tristes
que 
trabalha na lanchonete
tenha de mim uma imagem
mais fiel
do que qualquer outra pessoa
pode ser que um gesto
um jeito de dobrar os lábios
te devolva
subitamente
toda a infância
do mesmo modo que uma xícara
pode valer uma viagem
e uma cadeira
pode equivaler a uma cidade
mas um cachorro estirado ao sol não é o sol
e uma quarta-feira não pode ser o mesmo
que uma vida inteira
pode ser
meu querido
que esquecendo em sua cama
meu brinco esquerdo
eu te obrigue 
mais tarde
a pensar em mim
ao menos por um momento
ao recolher o pequeno círculo
de prata
cujo 
peso
frio
você agora sente nas mãos
como se fosse
(mas ó tão inexato)
o meu amor.
  

 

Ana Martins Marques (Belo Horizonte, 1977), reside en esa ciudad. Es licenciada en Letras y tiene un docto­rado en Literatura Comparada (UFMG). Ha publicado los libros de poesía: A vida submarina (Scriptum, 2009); Da arte das armadilhas (Companhia das Letras, 2011), Premio da Fundação Biblioteca Nacional; O livro das semelhanças (Companhia das Letras, 2015), tercer lugar del Prémio Oceanos; Duas janelas (con Marcos Sisear. Luna Parque, 2016); Como se fosse a casa (con Eduardo Jorge. Relicário Edições, 2017), Prèmio Bravo 2018 en la categoría “Melhor Livro”. O livro dos jardins (Editora Quelônio, 2019). Scrambler Books ha publicado una compilación de sus poemas en This House, traducidos por Elisa Wouk Almino (California, 2017). El libro de las semejanzas, traducción de Paula Abramo (Kriller71 ediciones, 2019). Sus poemas se han traducido al inglés, al francés, al italiano, al español al alemán.

 
 
 


 

viernes, 21 de mayo de 2021

EL CUCHILLO EN EL PECHO










De: BAGAJE  (1976):
 
Exhausto
 
Quiero permiso para dormir,
perdón para descansar por horas, sin siquiera soñar
la leve paja de un sueño pequeño.
Quiero lo que antes de la vida
fue el sueño profundo de las especies,
la gracia de un estado.
Semilla.
Mucho más que raíces.
 
 
Impresionista
 
En una ocasión,
mi padre pintó toda la casa
de anaranjado brillante.
Durante mucho tiempo vivimos en una casa,
como él mismo decía,
constantemente amaneciendo.
 
 
Los lugares comunes
 
Cuando el hombre que se iba a casar conmigo
llegó por primera vez a mi casa,
yo estaba saliendo del baño, devastada
de angelismo y carencia. Aun así,
me observó con ojos admirados
y tomó mi mano más que
el tiempo normal entre personas
que se acaban de conocer.
Nunca mencionó ese hecho.
Hasta hoy me ama con un amor
de lentitudes, súbitas llegadas.
Cuando sé que está viniendo,
cierro la puerta para la grata sorpresa.
Voy a abrirla como hacen las novias
y las amantes. Su nombre es:
Salvador de mi cuerpo.
 
 
De: EL CUCHILLO EN EL PECHO (1988):
 
Materia
 
Jonathan llegó.
Y mi amor por él es tan demente
que me olvidé de Dios,
yo que rezo continuamente.
Pero no quiero que Jonathan se demore.
Corro peligro de hablar
                      delante de todos
una cosa alucinada.
Lo que quiere suceder pide una métrica imprudente,
                                 clamando realidad.
 
Ciempiés pasean por mi cuerpo.
                     Él me llama Agnes
                     y dice cosas irreproducibles:
“entiendo que una jarra pequeña
                            con tres rosas de plástico
                 puedan inundarte de vida y muerte”.
                 ¿Tú existes, Jonathan?
 

 
De: ORÁCULOS DE MAYO (1999):


Neurolingüística

Cuando él me dijo
oh linda
pareces una reina,
llegué hasta la cumbre del ápice
contuve mi desmayo.
A los sesenta años de edad,
veinte de casta viudez,
quiero estar bien despierta,
por si él me habla otra vez.
 

(Del libro: Poesía reunida,
Griselda García Editora, 2015)
 
Adélia Prado (Divinópolis, Minas Gerais, Brasil, 1935)
 
-Pueden LEER la biografía en entrada anterior (Nota del administrador).
 
 
 
Exausto

 
Eu quero uma licença de dormir, / perdão pra descansar horas fio, sem ao menos sonhar / a leve palha de um pequeno sonho. / Quero o que antes da vida / foi o profundo sono das espécies, / a graça de um estado. / Semente. / Muito mais que raízes.



Impressionista
 
Uma ocasião, meu pai pintou a casa toda / de alaranjado brilhante. / Por muito tempo moramos numa casa, / como ele mesmo dizia, / constantemente amanhecendo


Matéria

Jonathan chegou. / E o meu amor por ele é tão demente / que me esqueci de Deus, / eu que diuturnamente rezo. / Mas não quero que Jonathan se demore. / Há o perigo de eu folar / na presença de todos / uma coisa alucinada. / O que quer acontecer pede um metro imprudente, / clamando por realidade. / Centopeias passeiam no meu corpo. / Ele me chama Agnes e fola coisas irreproduzíveis: / ‘entendo que uma jarra pequena/com três rosas de plástico / possam inundar você de vida e morte’. / Você existe, Jonathan?
 

Os lugares comuns

Quando homem que ia casar comigo / chegou a primeira vez na minha casa, / eu estava saindo do banheiro, devastada / de angelismo e carência. Mesmo assim, / ele me olhou com olhos admirados / e segurou minha mão mais que / um tempo normal a pessoas / acabando de se conhecer. / Nunca mencionou o fato. / Até hoje me ama com amor / de vagarezas, súbitos chegares. / Quando eu sei que ele vem, / eu fecho a porta para a grata surpresa. / Vou abri-la como o fazem as noivas / e as amantes. Seu nome é: / Salvador do meu corpo.



Neurolinguistíca

Quando ele me disse ô linda, / pareces uma rainha, fui ao cúmice do ápice / mas segurei meu desmaio. / Aos sessenta anos de idade, / vinte de casta viuvez, / quero estar bem acordada, / caso ele fale outra vez.