Dentro de tu teléfono un niño guarda silencio
Sobre tus medias de seda hay una mancha de sangre
indeleble
“El verano ya llegó. ¿Cuánto puede tardar el otoño?”
Tu inglés retrocede día a día
Tu espíritu es como el perfume sellado dentro de un frasco
Recuerdos cada vez más confusos hacen de tu mente
un oscuro depósito de antigüedades
donde el olor a muerte repele al desconocido
que llega con una antorcha en la mano
“Nunca he sido romántica. Nunca, nunca.”
El secretario diligente escucha detrás de la puerta
Sentada bien derecha al mediodía, o caminando en círculos:
vos
El reflejo de tu rostro en la ventana, pelos enredados en el
peine
Una mujer embarazada habla en una carta de su felicidad
pero tu belleza y tu porte están condenados a perderse
En el pasado te entregaste entera a la batalla
para retroceder al fin (mitad revolucionaria, mitad cristiana)
hasta la profunda habitación de tu época de muchacha
Un pájaro del siglo diecinueve se lanzó sobre tu regazo
Los héroes que pasaban a tu lado parecían ridículos y
vulgares
La lealtad a un hombre es más difícil que la lealtad a un
sueño
Una idea turbia te sacude el cuerpo,
tus pechos caídos se amoldan a la caricia de un fantasma
Pero los vivos que te rodean
son incapaces de expresarte su amor
Incluso el joven que entra temerariamente en vos
sólo puede llegar a sondear la mitad de tu hondura
porque sos una lámpara, una niebla, una constelación
Brillás de golpe, y tu rostro vivo
me produce asombro, alegría y sospecha.
TUS CÉLULAS
Tus células. Tu estrella. Tu
escondite. Tu esquina. La puerta de tu casa. Tu silla sin pintar.
Una nube blanca se detiene en el
cielo, como un tambo flamante.
Una araña trepa por mi espalda.
Yo estoy absorto hace rato mirando la tierra.
Antes de que aparecieras, yo
casi no era yo mismo.
Aunque los tiburones mordían en
el agua y los tigres atacaban en el bosque,
esta ciudad vacía necesitaba que
golpearas con tus dedos el vaso y la mesa.
Así que necesitaba que
emergieras de la nada, o que bajaras de un techo.
Así que buscaba frenéticamente
tus huellas en el vidrio.
¿Pero quién sos? ¿Tenés un
hermano mayor, una hermana
menor? ¿En qué lugar naciste?
Sos como un invitado que no
llega nunca a una cena,
y cuando al fin venís, extendés
tus manos para abrazar puro viento.
Una brisa ligera a veces trae
una lluvia feroz, y luego es la noche
de las comadronas, y luego la
mañana de los barrenderos.
Tengo pensamientos disparatados acerca del comienzo
secreto de todo.
Dejame que te agarre la mano.
Vestida con esas medias largas,
como una diosa de la antigüedad,
parecés inventada.
Mirá, mis manos son más grandes
que las tuyas, mis pies más sucios
que los tuyos, pero compartimos
la misma luz, y la misma oscuridad
cobija nuestro miedo y nuestro
valor.
¿Pero quién sos?
¿En qué te basás para existir?
1994
Bajo la luna, 2017)
Xi Chuan (Xuzhou,
provincia de Jiangsu, China, 1963)
(Traducción: Miguel
Ángel Petrecca
IMAGEN: La actriz Zhang Ziyi, en "Hero" (2003), película de Zhang Yimou.
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