CRÓNICAS
Una ucronía
a la memoria de Ricardo Piglia y de Max Ophüls
Alguien ha puesto
al parecer sin premeditación
la última brizna de amor
a derretirse al fuego
en una sartén.
No es un utensilio
vulgar, integra la cocina
donde se combinan
los ingredientes
necesarios para la vida
desde tiempos remotos.
Todos vieron desaparecer
ese último aliento
de amor sin sobresalto
ni advertencia.
Bien escaso entre la gente
no era extrañado ni pedido
cuando hasta hace poco
era el pan de cada día.
Por lo menos en la época
algo lejana en que
hombres y mujeres
se juntaban para vivir
y procrear.
Un autor casi olvidado
de principios del siglo XXI
dice que todo se inició
con la disolución
de las naciones y la formación
de clanes femeninos
y masculinos por separado.
Después hay un gran hueco
en la historia
que culmina hoy
con ese simple acto
que no se registró
en ninguna parte.
Con la trompeta de Chet Baker
¿Qué tienen que ver los cuerpos con el derrame de amor?
Los cuerpos olas en el placer y nada más dure lo que dure
El amor va por otro lado y mucha gente ni sabe por dónde y no lo
confíes tampoco
En cambio los cuerpos son muy escandalosos y ocupan un espacio
considerable móvil jocoso
El amor a veces se esconde oculta su verdadera naturaleza el
pudor lo atenaza
El amor de mi ser herido ser negado lo que no pasa con los
cuerpos el amor es mucho más frágil que el encuentro de dos
cuerpos
A veces el amor pretende expresarse de alguna manera: romper en
zonas callado (el sol es callado) y que las palabras digan lo que
su corazón no puede decir y también piden los cuerpos representar
ese amor y fracasan siempre
No me pregunten qué
y menos a esta hora.
El intento siempre es secreto
no saber qué ni por qué pero intentarlo.
Los resultados nos dirán
lo que buscábamos.
O no.
Con la poesía nunca se sabe.
Mujer en la playa
Cuidado, una abeja confundida
ronda las flores pintadas en tu espalda.
Mi olfato deseoso alcanza a percibir
el lúbrico y suave perfume
a magnolia de tus pechos.
Cambia el viento y se torna intenso,
delicioso, casi visible.
Como si te viera de frente
Reproducción
Me dicen que aparearse es un verbo demasiado bestial
para usarlo aplicado a nuestra especie.
Pero es preciso y específico
excluye los sentimientos y coloca las cosas
en su justo punto.
Esto lo hemos aprendido
con la marea feminista: las mujeres que desean
un hijo raramente se escudan detrás del amor
para justificar sus embarazos.
Es un paso gigantesco
hacia las verdades de la naturaleza.
A veces aparece un varón
que jura ser copartícipe del hecho.
En muchas ocasiones el lugar
ya está ocupado
por otra persona
o por ninguna.
(De: Cisne de Cuello negro,
de la edición de la Biblioteca
virtual, 2020)
Raúl Artola
Raúl Orlando Artola nació en 1947, en Las Flores, provincia de Buenos Aires y vive en Viedma, Río Negro. Es periodista, narrador,poeta. En poesía publicó Antes que nada (1987), Aguas de socorro (1993), Croquis de un tatami (Premio Madres de Plaza de Mayo, 2002 (2010, el suri porfiado), Registros de hora prima. 2014 (La Carta de Oliver), y La mirada corta, Antología 1976/2016 (La Carta de Oliver). En narrativa, El candidato y otros cuentos (Gobierno del Chubut, 2006) y La mujer ágrafa y otros infundios (El Jinete Insomne, 2018). En ensayo, publicó La periferia es nuestro centro. Apuntes sobre política, cultura, territorios y experiencias (Espacio Hudson, colección El Extremo Sur, 2011). Compiló Poesía/Río Negro - Antología Consultada y Comentada y Las nuevas generaciones con un total de 44 autores.