Pasará, pasará, pasará
mufa un tata.
Y volverá, volverá, volverá
como todos los días el tren.
Las nubes pasajeras,
la hoja inmadura y arrancada,
lo bello y lo feo,
un día; no cualquier otro,
se refriega en su cara.
Las cortinas abiertas,
un cielo ingenuo posa,
insiste sobre la ventana.
Sanará, sanará y pasará.
De vez en cuando, el día es perverso;
dura lo que duele una nube pasajera.
Julieta Desmarás (Buenos Aires, Argentina, 1982)
No hay comentarios:
Publicar un comentario