V- 2
Aún me
preguntas a cuenta de qué escribo tantos poemas de amor
Y de dónde
llegó este tierno libro a mi boca.
NI Calíope ni Apolo han cantado estos temas en mi oído,
mi genialidad no es sino una
muchacha.
Si con sus marfileños dedos pulsa una melodía en
la lira,
la observamos hacerlo.
Con qué facilidad mueve los
dedos; si le cae el cabello por la frente,
si camina con un viso de Cos,
con un susurro de paño
teñido,
hay todo un volumen en tal tema:
si sus párpados se hunden
en el sueño,
hay nuevas tareas para el autor;
y si juega conmigo sin camisa,
construiremos muchas Ilíadas.
Y con cuanto diga haga
devanaremos largas historias de la
nada.
Si los hados me hubiesen
asignado todo esto y si, oh Mecenas,
supiese llevar a los héroes a
las armas, no lo haría,
ni andaría cantando a los Titanes,
ni al Osa
clavado en el Olimpo,
ni a los arrecifes del Pelión,
ni a Tebas en su antigua
respetabilidad,
ni al renombre de Homero en
Pérgamo,
ni al reino con dos cañones de
Jerjes, ni a Remo y su real familia,
ni a los solemnes personajes de
Cartago,
ni a las minas de Gales y al
beneficio que Mario sacó de ellas.
Recordaría las hazañas de César
. . .
como
fondo,
aunque Calímaco lo hizo sin
ellas,
y sin Teseo,
sin un infierno, sin Aquiles
asistido por los dioses,
sin Ixión, y sin los hijos de
Menecio y el Argos
y sin la tumba de Júpiter y los Titanes.
Y mis ventrículos no palpitan
por el Cesáreo ore rotundos,
ni por la copla de los abuelos
frigios.
Al marinero, los vientos; al
labrador le interesan sus bueyes;
al soldado, la enumeración de
sus heridas; al pastor, las ovejas;
a nosotros, en nuestra estrecha
cama, dar la espalda a las batallas:
cada cual donde pueda, aproveche
a su manera el día.
(Traducción de Jesús Munárriz y Jenaro Talens)
Homage To Sextus Propertius
Yet you ask on what account I write
so many love-lyrics
And whence this soft book comes into
my mouth.
Neither Calliope nor Apollo sung these things into
my ear,
My
genius is no more than a girl.
If she with ivory fingers drive a tune through the
lyre,
We look at the process.
How easy the moving fingers; if hair is mussed on
her forehead,
If she goes in a gleam of Cos, in a slither of dyed
stuff,
There is a volume in the matter; if her eyelids
sink into sleep,
There are new Jobs for the author;
And if she plays with me with her shirt off,
We shall construct many Iliads.
And whatever she does or says
We shall spin long yarns out of nothing.
Thus much the fates have allotted me, and if,
Maecenas,
I were able to lead heroes into armour, I would
not,
Neither would I warble of Titans, nor of Ossa
spiked onto
Olympus
Nor of causeways over Pelion,
Nor of Thebes in its ancient respectability,
nor of Homer’s reputation in Pergamus,
Nor of Xerxes’ two-barreled kingdom, nor of Remus
and his royal
family,
Nor of dignified Carthaginian characters,
Nor of Welsh mines and the profit Marus had out of
them.
I should remember Caesar’s affairs ...
for a background,
Although Callimachus did without them,
and without Theseus,
Without an inferno, without Achilles attended of
gods,
Without Ixton, and without the sons of Menoetius
and the Argo
and
without Jove’s grave and the Titans.
And my ventricles do not palpitate to Caesarial ore rotundos,
Nor to the tune of the Phrygian fathers.
Sailor, of winds; a plowman, concerning his oxen;
Soldier, the enumeration of wounds; the
sheepfeeder, of ewes;
We, in our narrow bed, turning aside
from battles:
Each man where he can, wearing out
the day in this manner.
IMAGEN: Lesbia, pintura de John Reinhard Weguelin, 1878.
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