El río,
y esas
lilas que en él quedan...
quedan...
No se
morirán esas lilas, no?
Y ese
olvido que es, acaso, el de unas hierbecillas
que no
se ven...
Pero
qué rosas se secan, repentinamente,
sobre
las lilas,
en el
hilo de las diecisiete,
entre
la enajenación del jardín
y la
ligereza de las islas, allá, para sugerir hasta los iris
de lo
imperceptible que huye?
Oh
aparición de Octubre
abismándose
en un aire que quisiese de lilas,
sólo de
lilas,
para no
ver el minuto
de que
no saben, probablemente, por ahí
unas
briznas...
(Tomo III, de El aura del sauce,
de “La orilla que se
abisma”,
Ed. Biblioteca Popular
C.C. Vigil, Rosario, 1971)
Juan L. Ortiz (Argentina, Entre Ríos, Gualeguay, Puerto Ruiz, 1896
-Paraná, 1978)
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