1. (Partida)
El cielo conserva algo de azul virando al
violeta.
La luna es un
vago resplandor
sobre el agua.
Junto al muelle
una figura tendida
su piel azulverdosa en el halo
lunar.
La cubre una manta
raída.
El pelo rubio y
lacio sobre la
cara.
Sombras espesas cruzan la
avenida.
Ella se levanta lentamente
sin deshacerse del
sueño.
Se mueve despacio
como deseando comprobar la
respuesta de sus
miembros.
Brazos lánguidos y
paso leve
la cabeza apenas
levantada
atenta a los sonidos de la
ciudad nocturna.
Un tenue aire de amenaza pesa sobre el
río.
Camina lenta
entredormida
cruza sin mirar
los autos la esquivan no oye los
insultos qué ve?
Elige la costanera.
Reconoce figuras dormidas bajo el
puente.
Se entretiene pateando un
cartón de vino de un pie al
otro.
Una figura se despereza a su
izquierda
vuelve a cruzar
la avenida.
La rodean edificios vacíos ropa
colgando de las
ventanas rotas.
Rostros
ocultos en las
sombras la ven
pasar y ella
qué ve?
En el cielo persiste un
tibio fulgor
entre nubes oscuras.
Un enjambre de cuerpos
semidesnudos se
recuesta sobre
montones de
basura.
Otros van y vienen vaciando
bolsas
seleccionan y apilan en
precario equilibrio:
restos de cartón sobras de
pollo resmas de papel.
Construyen palacios murallas
vías de tren.
Dejan rodar bolitas de
papel que
suben bajan cruzan
puentes atraviesan
túneles aterrizan en el
barro para
formar nuevas
montañas de
basura.
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no, no te vas a salir con la tuya, claro, vos siempre
igual, nunca me dejas en paz, por qué no te vas un poco a
la mierda
un gorro de pintor en la cabeza jeans rotos saco
arrugado tres pasos adelante menea la
cabeza un movimiento
convulsivo dejame en paz, me entendés, déjame en paz, no
digas más pavadas
(en la recova figuras aladas dragones echando
fuego
mariposas agitadas por el viento el vendedor
pliega cartulinas de colores)
pasos rápidos y cortos patas de
pájaro los brazos laxos se
balancean
lo ve detenerse de pronto mirar a los
costados con
aprehensión y emprender su
paso cada vez más
rápido los labios en constante
movimiento
llega a la plaza elige un
banco
una paloma se posa en su hombro pecho
verde y violeta iridiscente
lo ve arrojar una
piedra en la
fuente miles de círculos se repiten
expandiéndose
(las patinetas vuelan sobre el cemento se elevan giran en
e! aire caen ligeras y
aceleran)
refugio nocturno
tibieza de una tarde de sol en la
ventana
camina encorvado arrastra una
bolsa de plástico negra el
pelo ralo gris la barba le pesa el
cuerpo el frío lo penetra hasta la
médula
lo peor es el sueño interrumpido el
cuerpo rígido el
oído siempre atento y el
frío, ¿sabes?
el frío es lo peor
(de: Resquicios -Gog y Magog, 2010-)
Judith Filc (Buenos Aires, Argentina, 1962)
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