LA JAULA
Afuera hay
sol.
No es más
que un sol,
pero los
hombres lo miran
y después
cantan.
Yo no sé del
sol.
Yo sé la
melodía del ángel
y el sermón
caliente
del último
viento.
Sé gritar
hasta el alba
cuando la
muerte se posa desnuda
en mi
sombra.
Yo lloro
debajo de mi nombre.
Yo agito
pañuelos en la noche y barcos sedientos de realidad
bailan
conmigo.
Yo oculto
clavos
para escarnecer
a mis sueños enfermos.
Afuera hay
sol.
Yo me visto
de cenizas.
CENIZAS
Hemos dicho
palabras,
palabras
para despertar muertos,
palabras
para hacer un fuego,
palabras
donde poder sentarnos
y sonreír.
Hemos creado
el sermón
del pájaro y
del mar,
el sermón
del agua,
el sermón
del amor.
Nos hemos
arrodillado
y adorado
frases extensas
como el
suspiro de la estrella,
frases como
olas,
frases como
alas.
Hemos
inventado nuevos nombres
para el vino
y para la risa,
para las
miradas y sus terribles
caminos.
Yo ahora
estoy sola
– como la
avara delirante
sobre su
montaña de oro –
arrojando
palabras hacia el cielo,
pero yo
estoy sola
y no puedo
decirle a mi amado
aquellas
palabras por las que vivo.
Alejandra Pizarnik (Buenos Aires, Argentina; 1936-1972)
IMAGEN: Pintura de Franz Kline.
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