Las elegía
No
Para que
trabajaran por
la paga
sino
para que se
dieran
en el amor
por amor.
UN HECHIZADO
Paseaba
dócil
una vez y otra vez
sus ojos
embelesados
por el
rostro de esa estúpida
belleza.
UNA CITA
-¡Llegaste
hija de puta!
Le gritó en el café
fue lo
último que ella
escuchó
antes de que
él
la acribillara
a balazos.
EL DOMADOR
Sosegado
la más de
las veces,
blandía
Su látigo
de cuando en
cuando
para domar
al animal
hipócrita.
EL OJO DE LA
VEDETTE
El ojo
ciego
del
culo
de
la vedette
guiando
a los ojos
ciegos,
(arrancados
por
La tentación)
de sus
admiradores.
DISPUTA
Dos diablos
adultos
disputaban en la cama
por una
diablita
que se sentía
tentada
por ambos.
Culitos
de ángeles
pintados
por el gran
maestro
besaba
a
hurtadillas
el pervertido.
EL
PEDOFÍLICO
Cuando comía
niños envueltos
-su plato preferido-
saboreaba
su
pedofilia.
Una pareja
de homos
otra de
lesbianas
y otra
de heteros
compartían amable
charla.
CONGRESO
MUNDIAL DE SEXÓLOGOS
“Finalmente
el amor
se ha
inclinado ante
la Obscenidad
y la Pornografía”,
concluyeron
satisfechos
Porongólogos
y
Vaginólogas.
EL CORO DE
PREÑADAS
Un coro
de preñadas
entonaba
un himno
al aborto.
UNO QUE DUERME
DESPIERTO
Duerme
con la mitad
de la mente
y con la otra
mitad
se mantiene despierto
para saltar fuera
de la pesadilla
que lo persigue.
EL VIEJO
VERDE
Viejo verde
quiso morder
la vulva
de su joven amante
pero
la dentadura postiza
en le
extravió
en la
maraña.
LA PROMOTORA
En el súper
la joven
promotora
perfumó
con su
muestra
de rica
fragancia
de nardo
a un hombre
que por
allí
pasaba:
“para mi
tumba”, le dijo éste
agradecido.
UN
PROGRESISTA
“Aquí estoy
Progresando
en mi
decrepitud.
OTRO SUICIDA
No sabiendo
ya qué
hacer para
entretener
su vida
el
señor Charles Ennui
se pegó
un tiro.
MALLARMEANA
Nunca
lo horrorizó
la página en blanco
veía
en ella la belleza
perfecta
de lo no escrito.
POETAS COMO
GALGOS
Corren
deseosos tras el señuelo que no alcanzarán nunca,
el poema.
(De: El macró del amor,
Libro póstumo,
Ed. Paradiso,
2012)
Leónidas Lamborghini
Leónidas Lamborghini. Nació en el barrio porteño de Villa
del Parque en 1927; y murió en Buenos Aires, a los 82 años, en 2009. Comenzó
sus estudios universitarios en 1946, en la Facultad de Agronomía, que abandonó,
para dedicarse a trabajar en la industria textil (como tejedor y encargado de
telares) y, a partir de 1955, se dedicó al periodismo y a la poesía de manera
completa. Fue redactor del Diario Crítica. Ya en el inicio de su trayectoria,
con la publicación de “Al público”, en 1957, es reconocido por escritores de la
magnitud de Leopoldo Marechal, Juan L. Ortiz y Oliverio Girondo. Su extensa
obra poética ha estado sujeta a sucesivas condensaciones, agregados y reescrituras.
Publicó 25 libros de poesía, tres novelas, una obra para teatro y ensayos sobre
parodia y poesía gauchesca en los que recuperó el género y lo recreó. Lamborghini
debuta con El saboteador arrepentido, publicado en forma de
"plaquette", bajo el sello El Peligro Amarillo, dirigido por Luis Alberto
Murray, en 1955. Ese mismo año se instauraba la dictadura autodenominada
Revolución Libertadora, iniciando un largo ciclo de proscripción y martirio
para Lamborghini quién asume desde su obra una política de la Resistencia. Militante
peronista, integrante brevemente de la Secretaría de Cultura del Gobierno de la
Provincia de Buenos Aires durante el gobierno de Héctor Cámpora; en 1973, contrajo
matrimonio con Graciela Adelma Torrecillas, un año después de divorciarse de
Hilda Ojeda, su primera mujer. Ya convertido en padre de varios hijos, el poeta
se exiliaría junto a su familia en México, donde se dedicó a escribir y a
realizar tareas de redactor publicitario, entre 1977 y 1990, año en que vuelve
a radicarse en Buenos Aires. Su obra prosigue con Al público (1957), Las patas
en las fuentes (1965), La Estatua de la Libertad (1967), La canción de Buenos
Aires (1968), El solicitante descolocado (1971), Partitas (1972), El riseñor
(1975), Episodios (1980), Circus (1986), Verme y 11 reescrituras sobre
Discépolo (1988), Odiseo confinado (Premio Boris Vian, 1992), Tragedias y
parodias (1994), Comedieta (1995), Las reescrituras (1996), Perón en Caracas
(1999), El jardín de los poetas (1999), Personaje en penehouse (2000), Carroña
última forma (2001), Mirad hacia Domsaar (2003) y Encontrados en la basura
(2006). Es además autor de tres novelas: Un amor como pocos (1993), La
experiencia de la vida (1996) y Trento (2993), además de una obra de teatro y
de ensayos, donde revela sus procedimientos, entre otros: La risa canalla o la moral del bufón y El
jugador, el juego (2007). En este último (VER en una de las entradas del autor
en el Blog), los lectores podrán observar que incluso en este ensayo somete el
texto a una reescritura: No habla de la parodia y la distorsión que son sus
recursos típicos de los que siempre hablaba; sino que habla del modelo y de la
copia, de las semejanzas con el modelo y el derivado, copia o reescritura. Además,
en los ensayosa analiza críticamente la poesía gauchesca, que entendía como
"una épica de la antiépica con un antihéroe como héroe: los paisanos
payasos de Hidalgo, de Ascasubi, de Del Campo, y ese clown desgarrado que los
resume a todos: Martín Fierro", según escribió en 1995 en El poder de la
parodia (otro ensayo). La poesía de Leónidas es subversiva; llegó para erosionar
lo que llamaba la “poesía de la lagrimita” e hizo explotar en mil pedazos, toda
la tradición neorromántica del 40’, el sonsonete de la rima y cualquier tipo de impostación lírica de poesía "elevada" o "sublime". Ganó el Premio Leopoldo Marechal en 1991,
como reconocimiento a su trayectoria; el
diploma al mérito Konex de poesía en 2004 y el Premio Arturo Jauretche en 2005. A pesar de su ideología, nunca hizo concesiones
ni transas. Quizá por eso, si exceptuamos su exilio mexicano, casi no salió del
país, ni fue invitado a leer en Medellín o en otros Festivales Internacionales.
Lamborghini es el poeta de la parodia
desde la tragedia; y de la tragedia desde la parodia; el poeta argentino que
reelaboró la poesía gauchesca, eligió la tragedia y la risa, la mezcla y el
absurdo, para hablar de nuestro país. La parodia era, para Lamborghini, la vía
para cuestionar los valores hegemónicos y revelar el vacío de muchas convenciones,
y la risa, un camino para llegar a la verdad. Así, pensaba, se podía comprender
la Argentina. "Entre la parodia y la tragedia se define nuestra realidad
histórico política, como supieron entenderlo y expresarlo los gauchescos
Hidalgo, Ascasubi, Del Campo y Hernández", escribió el autor, alguna vez
acusado de "mancillar a la poesía". Muchas veces criticado, otras
tantas celebrado, siempre controvertido, Lamborghini tuvo entre sus admiradores
a Rodolfo Fogwill y Ricardo Piglia, quien escribió: "Todos admiramos a
Leónidas Lamborghini y todos lo hemos copiado. Leónidas definió una exigencia
en relación con la lengua que es única en nuestra literatura: construyó un
laboratorio arltiano para trabajar con la sintaxis el fraseo y la música verbal
de estas provincias. No conozco otro poeta tan consciente de la propia
tradición y a la vez no conozco en esta lengua un poeta que haya producido el
corte que produjo Leónidas. Este poeta escribe en todos los estilos, en los
estilos del pasado y en los que todavía no existen. Fue un escritor de
variaciones sutiles, que revisó con estiletes agudos y espíritu socarrón textos
fundamentales de la política argentina". Y por eso,se puede obserevar su influencia en Fogwill y en muchos de los poetas de los 90', que lo consideraban como un faro.
LEER el extraordinario poema Villas del libro
"Partitas", que recomiendo enfáticamente, en la página de El Ortiba;
donde además podrán escuchar un largo fragmento de ese poema en la voz del
propio Leónidas: Villas.
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