Apología de la
ambigüedad
nada se escapa de este deslizarse
del movimiento rastrero que delinea el filo de las cosas
nada puede sortear el derribamiento
inevitable
ese punto final que nos revela en quiebre y nacimiento
no hay materia capaz de esquivar la tentación del error
la oscilación de péndulo que nos anima
y nos traiciona
en equilibrio perfecto
Por los márgenes
lo que se rompe y nace en
el encuentro de los elementos
la frágil transparencia que fracciona
nuestros cuerpos
el eco violento de la muerte
o del amor
la mudez de las casas abandonadas
el descarnado pulso del reloj
son los sitios habitados por la poesía
ese artefacto extraño de mecanismos
peligrosos
con el que algunos emprenden la
voluntariosa tarea
de nombrar aquellos márgenes del mundo
Dos cuerpos
¿y si caemos?
digo, ¿si nos dejamos caer
al vacío íntimo y amoroso
de dos cuerpos desnudos?
¿qué telaraña el sueño
después del sexo?
¿y si no fuera tan grave?
¿si fuera apenas un abandonarse minúsculo
un leve estiramiento del instante
que insinúa el mundo
del otro lado de las paredes?
¿y si hubiera allí una puerta
con luces fluorescentes
indicando la salida de emergencia?
(Del libro:
El hueso de la noche, el suri
porfiado, 2021, gentilezade Juan
Meneguín)Estefanía
Ceballos
Estefanía
Ceballos. Poeta y gestora cultural independiente, nacida en Corrientes,
Argentina, en 1982. En 2014 publicó su primer libro individual: Desde la
guarida. En 2019, Punzantes ninfas, libro que compartió con Laura Yasán. Ha
participado en varias antologías y revistas nacionales e internacionales de
poesía.
(Del libro:
El hueso de la noche,
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