caricia de tu mano breve
el placer, el desdén, el vínculo perverso que retiene a los
desdichados en la pecera del abrazo
breve
el clima de la fiesta se pierde como aguas de riego entre las
franjas del balcón.
La fiesta se apagaba
era el vientre de un insecto luminoso que se sostuvo un
instante en el aire que encierran las manos de un niño
breve Tangos del orfelinato.
el devoto paso de los animales a las
aguas.
En plástica humillación, ese recorrido elude todo infierno.
Ellos están mansos en su olfato. Conocen su deseo como
nosotros las marcas de la frente
una tensión de bestias en el polvo
y las lenguas pesadas, entregadas al paisaje que aguarda.
La huérfana soy yo entre los animales
que embisten empecinados.
La huérfana soy yo sin mandato que
termine con la sed
soy la que está en el fuego de la estampida.
Quizás en mi monedero sostenga,
remota, un arma pequeña, de dama, adornada con
incrustaciones de nácar
un instrumento cursi para matar.
y no es amor lo que pierde la herida,
no es la fatalidad de una pasión insensata.
Es sólo sangre,
(de la Poesía completa,Ed. en danza, 2022)
Leonor García Hernando (San Miguel de Tucumán, 1955-Buenos Aires, 2001)
IMAGEN: Escultura "La catedral" de Rodin.
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