Nosotros los hedonistas
deambulamos por entre esta vida mísera y compleja
mientras los demás transeúntes nos reconocen
por la inocultable sed de nuestros labios
y disfrazan su envidia con desprecio
Somos los nacidos para el goce
De día vegetamos impacientes
aguardando las sombras de la noche
Somos perfectas bestias, animales ajenos
a toda ley, cultura o civilización
Somos perfectas bestias cuando corremos
contra el viento sin brújula y sin meta
con la vida en las piernas, por el puro placer
de enviar al destierro las ideas —(¿te acuerdas?)—
Somos perfectos salvajes cuando encontramos
el valor de una incógnita
dentro de una ecuación de tercer grado
o una tautología por diagramas semánticos
con el placer total de enviar al destierro
a todas las polillas del cerebro
Nosotros los hedonistas
masticamos igual que un chicle globo
el sangrante esplendor del rojo sangre
Somos tan sólo tacto o músculo tan sólo
o tan sólo neurona enceguecida
enviando al destierro los presagios
Somos por esencia caballos no domésticos
de fuertes muslos y crines encendidas
animales nacidos para la velocidad
ajenos al pasado y ajenos al presente
Somos como los indios, desnudos en la nieve,
silenciosos o hablando en una lengua eólica
Montserrat Álvarez
Montserrat Álvarez. Poeta latinoamericana, nacida en Zaragoza, España, 1969. Estudió filología inglesa en la Universidad de Zaragoza, y filosofía en la P.U.C. de Lima y la UCA de Asunción. Publicó, entre otros, Zona Dark (1991), Cuatro poemas y un manuscrito (1993), la nouvelle Espero mi turno (1996), El Poema del Vampiro (1999), Underground (2000) y Alta suciedad (2005). Está radicada en Asunción hace catorce años. Por lo tanto se la considera poeta paraguaya, pero también peruana, país donde recibió algunas distinciones.
No hay comentarios:
Publicar un comentario