Ciudad de la noche,
Envuélveme en tu redil de sombra.
Ciudad de crepúsculo,
Ciudad que se proyecta hacia el occidente,
Ciudad cuyas columnas reposan en el ocaso, ciudad de cuadro,
masas amenazantes bloqueando la luz:
Ciudad de crepúsculo,
Envuélveme en tu redil de sombra.
Ciudad de medianoche, ciudad desbordada por la luna llena,
ciudad en la que los gatos merodean y los camiones de basura cerrados herméticamente traquetean en las sombras:
Ciudad de medianoche,
Envuélveme en tu redil de sombra.
Ciudad de la mañana temprana, ciudad espolvoreada con frescura, ciudad con techos puntiagudos separados contra las estrellas, ciudad que abre portones altos y demacrados
Ciudad de medianoche,
Envuélveme en tu redil de sombra.
Ciudad de lluvia, ciudad en donde el crudo viento golpea contra las gotas pesadas una y otra vez, empapando un temblor, mendigo maldiciente que se mete en medio de los apóstoles en el pórtico de la catedral.
Ciudad cuyo resplandor es apagado y plomizo, ciudad cuyas nubes destellan y titilan al pasar por encima, donde lámparas parpadeantes miran fijo hacia los estanques cenagosos debajo de ellas;
Ciudad cuyos vientos chillan en las calles y golpean las plazas, ciudad cuyos adoquines tiemblan y cuyas cumbres flaquean ante el charloteo zumbante de las gotas de lluvia cayendo.
Ciudad de medianoche,
Empápame con tu lluvia de tristeza.
Ciudad de cortinas color bermellón, ciudad cuyas ventanas gotean con sórdido espumillón carmesí, ciudad sensual, arrójame despiadadamente a tus multitudes.
Ciudad llena con rostros femeninos que miran lascivamente a los caminantes,
Ciudad con portales siempre abiertos, ciudad de sedas y encajes elegantes, ciudad cuyas bandas rebuznan música danzante toda la noche en la plaza,
Ciudad donde la luz aromatizada cuelga sin interés, punzada por el parloteo de la multitud, ciudad cuyas estrellas miran fríamente, sonriendo falsamente a través del aire lleno de humo,
Ciudad de medianoche,
Aniquílame con tu desaliento.
Ciudad de vacío, ciudad de fachadas blancas, ciudad donde un farol colgante solitario vacila en lo alto como una cerilla ante un sarcófago de mármol, espantando los fantasmas;
Ciudad donde una simple ventana iluminada de blanco en un frente de casa inmóvil y oscurecido recibe los huéspedes de la oscuridad que chorrean desde la calle;
Ciudad de arriba en donde los parques enredados con árboles oscuros emergen de manera repentina, apagados, asombrosamente; una torre gris fantasmal cuyos cimientos se pierden con la niebla, y cuyo cúspide no tiene fin.
Ciudad de medianoche,
Entiérrame en tu silencio.
Ciudad de noche,
Envuélveme en tu redil de sombra.
Ciudad de inquietud, ciudad donde he errado y deambulado,
Ciudad donde las masas me miran con recelo, ciudad donde las iglesias están cerradas, las tiendas selladas, las casas sin hospitalidad,
Ciudad de inquietud,
Envuélveme en tu redil de sombra.
Ciudad de insomnio, ciudad de habitaciones baratas sofocantes, donde se oyen ronquidos en la penumbra a través de la partición, amantes que luchan, parejas que riñen, taxis que repiquetean, gatos que chillan,
Ciudad de inquietud,
Envuélveme en tu redil de sombra.
Ciudad de sueños febriles, ciudad que está siendo sitiada por todos los demonios de la oscuridad, ciudad de innumerables bóvedas y torres sombrías, ciudad donde flores pasionales desesperada y traicioneramente transforman a los fuertes en muerte;
Ciudad de noche,
Envuélveme en tu redil de sombra.
Envuélveme en tu redil de sombra.
Ciudad de medianoche, ciudad desbordada por la luna llena,
ciudad en la que los gatos merodean y los camiones de basura cerrados herméticamente traquetean en las sombras:
Ciudad de medianoche,
Envuélveme en tu redil de sombra.
Ciudad de la mañana temprana, ciudad espolvoreada con frescura, ciudad con techos puntiagudos separados contra las estrellas, ciudad que abre portones altos y demacrados
Ciudad de medianoche,
Envuélveme en tu redil de sombra.
Ciudad de lluvia, ciudad en donde el crudo viento golpea contra las gotas pesadas una y otra vez, empapando un temblor, mendigo maldiciente que se mete en medio de los apóstoles en el pórtico de la catedral.
Ciudad cuyo resplandor es apagado y plomizo, ciudad cuyas nubes destellan y titilan al pasar por encima, donde lámparas parpadeantes miran fijo hacia los estanques cenagosos debajo de ellas;
Ciudad cuyos vientos chillan en las calles y golpean las plazas, ciudad cuyos adoquines tiemblan y cuyas cumbres flaquean ante el charloteo zumbante de las gotas de lluvia cayendo.
Ciudad de medianoche,
Empápame con tu lluvia de tristeza.
Ciudad de cortinas color bermellón, ciudad cuyas ventanas gotean con sórdido espumillón carmesí, ciudad sensual, arrójame despiadadamente a tus multitudes.
Ciudad llena con rostros femeninos que miran lascivamente a los caminantes,
Ciudad con portales siempre abiertos, ciudad de sedas y encajes elegantes, ciudad cuyas bandas rebuznan música danzante toda la noche en la plaza,
Ciudad donde la luz aromatizada cuelga sin interés, punzada por el parloteo de la multitud, ciudad cuyas estrellas miran fríamente, sonriendo falsamente a través del aire lleno de humo,
Ciudad de medianoche,
Aniquílame con tu desaliento.
Ciudad de vacío, ciudad de fachadas blancas, ciudad donde un farol colgante solitario vacila en lo alto como una cerilla ante un sarcófago de mármol, espantando los fantasmas;
Ciudad donde una simple ventana iluminada de blanco en un frente de casa inmóvil y oscurecido recibe los huéspedes de la oscuridad que chorrean desde la calle;
Ciudad de arriba en donde los parques enredados con árboles oscuros emergen de manera repentina, apagados, asombrosamente; una torre gris fantasmal cuyos cimientos se pierden con la niebla, y cuyo cúspide no tiene fin.
Ciudad de medianoche,
Entiérrame en tu silencio.
Ciudad de noche,
Envuélveme en tu redil de sombra.
Ciudad de inquietud, ciudad donde he errado y deambulado,
Ciudad donde las masas me miran con recelo, ciudad donde las iglesias están cerradas, las tiendas selladas, las casas sin hospitalidad,
Ciudad de inquietud,
Envuélveme en tu redil de sombra.
Ciudad de insomnio, ciudad de habitaciones baratas sofocantes, donde se oyen ronquidos en la penumbra a través de la partición, amantes que luchan, parejas que riñen, taxis que repiquetean, gatos que chillan,
Ciudad de inquietud,
Envuélveme en tu redil de sombra.
Ciudad de sueños febriles, ciudad que está siendo sitiada por todos los demonios de la oscuridad, ciudad de innumerables bóvedas y torres sombrías, ciudad donde flores pasionales desesperada y traicioneramente transforman a los fuertes en muerte;
Ciudad de noche,
Envuélveme en tu redil de sombra.
John Gould Fletcher ( Little Rock, E.E.U.U. 1886 - Id., 1950)
(Traducción Marianela Leonardelli)
IN THE CITY OF NIGHT
City of night,
Wrap me in your folds of shadow.
City of twilight,
City that projects into the west,
City whose columns rest upon the sunset, city of square, threatening
masses blocking out the light:
City of twilight,
Wrap me in your folds of shadow.
City of midnight, city that the full moon overflows, city where the cats
prowl and the closed iron dust-carts go rattling through the shadows:
City of midnight,
Wrap me in your folds of shadow.
City of early morning, cool fresh-sprinkled city, city whose sharp roof
peaks are splintered against the stars, city that unbars tall haggard
gates in pity,
City of midnight,
Wrap me in your folds of shadow.
City of rain, city where the bleak wind batters the hard drops once and again,
sousing a shivering, cursing beggar who clings amid the stiff Apostles on the
cathedral portico;
City where the glare is dull and lowering, city where the clouds flare and flicker
as they pass upwards, where sputtering lamps stare into the muddy pools
beneath them;
City where the winds shriek up the streets and tear into the squares, city whose
cobbles quiver and whose pinnacles waver before the buzzing chatter of raindrops
in their flight;
City of midnight,
Drench me with your rain of sorrow.
City of vermilion curtains, city whose windows drip with crimson, tawdry, tinselled,
sensual city, throw me pitilessly into your crowds.
City filled with women's faces leering at the passers by,
City with doorways always open, city of silks and swishing laces, city where bands
bray dance-music all night in the plaza,
City where the overscented light hangs tepidly, stabbed with jabber of the crowd,
city where the stars stare coldly, falsely smiling through the smoke-filled air,
City of midnight,
Smite me with your despair.
City of emptiness, city of the white façades, city where one lonely dangling lantern
wavers aloft like a taper before a marble sarcophagus, frightening away the ghosts;
City where a single white-lit window in a motionless blackened house-front swallows
the hosts of darkness that stream down the street towards it;
City above whose dark tree-tangled park emerges suddenly, unlit, uncannily, a grey
ghostly tower whose base is lost in the fog, and whose summit has no end.
City of midnight,
Bury me in your silence.
City of night,
Wrap me in your folds of shadow.
City of restlessness, city where I have tramped and wandered,
City where the herded crowds glance at me suspiciously, city where the churches are
locked, the shops unopened, the houses without hospitality,
City of restlessness,
Wrap me in your folds of shadow.
City of sleeplessness, city of cheap airless rooms, where in the gloom are heard snores
through the partition, lovers that struggle, couples that squabble, cabs that rattle,
cats that squall,
City of sleeplessness,
Wrap me in your folds of shadow.
City of feverish dreams, city that is being besieged by all the demons of darkness, city of
innumerable shadowy vaults and towers, city where passion flowers desperately and
treachery ends in death the strong:
City of night,
Wrap me in your folds of shadow.
City of twilight,
City that projects into the west,
City whose columns rest upon the sunset, city of square, threatening
masses blocking out the light:
City of twilight,
Wrap me in your folds of shadow.
City of midnight, city that the full moon overflows, city where the cats
prowl and the closed iron dust-carts go rattling through the shadows:
City of midnight,
Wrap me in your folds of shadow.
City of early morning, cool fresh-sprinkled city, city whose sharp roof
peaks are splintered against the stars, city that unbars tall haggard
gates in pity,
City of midnight,
Wrap me in your folds of shadow.
City of rain, city where the bleak wind batters the hard drops once and again,
sousing a shivering, cursing beggar who clings amid the stiff Apostles on the
cathedral portico;
City where the glare is dull and lowering, city where the clouds flare and flicker
as they pass upwards, where sputtering lamps stare into the muddy pools
beneath them;
City where the winds shriek up the streets and tear into the squares, city whose
cobbles quiver and whose pinnacles waver before the buzzing chatter of raindrops
in their flight;
City of midnight,
Drench me with your rain of sorrow.
City of vermilion curtains, city whose windows drip with crimson, tawdry, tinselled,
sensual city, throw me pitilessly into your crowds.
City filled with women's faces leering at the passers by,
City with doorways always open, city of silks and swishing laces, city where bands
bray dance-music all night in the plaza,
City where the overscented light hangs tepidly, stabbed with jabber of the crowd,
city where the stars stare coldly, falsely smiling through the smoke-filled air,
City of midnight,
Smite me with your despair.
City of emptiness, city of the white façades, city where one lonely dangling lantern
wavers aloft like a taper before a marble sarcophagus, frightening away the ghosts;
City where a single white-lit window in a motionless blackened house-front swallows
the hosts of darkness that stream down the street towards it;
City above whose dark tree-tangled park emerges suddenly, unlit, uncannily, a grey
ghostly tower whose base is lost in the fog, and whose summit has no end.
City of midnight,
Bury me in your silence.
City of night,
Wrap me in your folds of shadow.
City of restlessness, city where I have tramped and wandered,
City where the herded crowds glance at me suspiciously, city where the churches are
locked, the shops unopened, the houses without hospitality,
City of restlessness,
Wrap me in your folds of shadow.
City of sleeplessness, city of cheap airless rooms, where in the gloom are heard snores
through the partition, lovers that struggle, couples that squabble, cabs that rattle,
cats that squall,
City of sleeplessness,
Wrap me in your folds of shadow.
City of feverish dreams, city that is being besieged by all the demons of darkness, city of
innumerable shadowy vaults and towers, city where passion flowers desperately and
treachery ends in death the strong:
City of night,
Wrap me in your folds of shadow.
IMAGEN: Vista aerea de la ciudad estadounidense Little Rock, en Arkansas.
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