domingo, 12 de abril de 2020

AROMA DE APARICIONES




















EL PEQUEÑO TEATRO AMARILLO
                           1

Las antiguas casas de mi primera juventud  
          reclaman al recuerdo que cante,
y haga una larga lista de sombras y sonrisas,
junto a las casas que sobreviven en la luz
          de esta ciudad.
                       
                       2

La suicida del Pequeño Teatro Amarillo ya no está.
¿Acaso la dejé sonreír más allá de este tiempo,
            y nada supe de ella, más allá de mi encendido
            encantamiento?
Su tiempo ya se llamaba frente a todo: No,
y a mi juventud le faltaba un primer golpe de mar.

                        3

Se murió cuando florecía un paraíso en el alba
                 a contracolor,
con la misma sonrisa que tenía en el amarillo
                de un hotel de las sierras.

                       4

¿De quién será aquel rincón de sonrisa aún no soñada?

                       5

Era como el perfume sombreado y transparente de una mirada.

                        6

Pero las casas de nuestra juventud están,
y junto a ellas las mismas sombras solares de aquel tiempo
se destruyen y se reconstruyen,
cantando las mismas bocas de un invierno lejano y brillante.

                         7

Los amores se reclinan sobre los vestidos de colores,
bajo unos árboles que entonces ya eran viejos,
y sombrearon a aquellos ojos de elegía en la primavera.
Árboles que no quisieron morir cuando la misma sonrisa  
                 de la muerte,
era la maldición de una doncella bruja que destruyó
                 su dorada lejanía.

                            8

Tenía la canción de todos los colores en los ojos,
una sombra amarilla de peregrinación tristísima en sus pestañas,
el leve olor a viaje de un suicidio,
y la amapola de un fantasma la acariciaba.

                             9

Para nada y para todo cantaba con la sombra del desierto
              en un sueño,
una canción de suicida en el Pequeño Teatro Amarillo.

                             10

Pero las casas de aquel tiempo quedaron,
y el peligro amarillo que nacía de sus ojos
nunca cantó para nadie que no fuera el dios del NO,
y estuvo siempre en guerra con mi sombra solar,
              diciéndome:
-No puedo darte lo que no tengo.




UNA ALONDRA EN LA SIESTA

REGALOS PARA UNA ALONDRA

Una canción para los ojos de una muchacha,
que acaso no sabe que en sus labios duerme
             también un fuego salvaje,
y una sonrisa de hada contrabandista de tesoros
             para el amor:
-En las noches de otoño peinará sus cabellos,
             recordando, ¿con miedo?,
al luego del tigre que me sella los labios.

                               2
Mi corazón volvió esta noche de un arrecife de coral,
trayendo una bolsa llena de alondras,
que estaban escondidas en el iris de los ojos
          de la mar.

                                  3

Tu voz tiene el color de las alondras,
el sonido del rocío en la flor del poroto al amanecer,
y una sombra de miel poblada de pájaros y abejas
         de las islas de un río rubio,
que salen volando de tu corazón que sangra.



NUEVAS APARICIONES


UNOS LABIOS JUNTO AL MAR

Con ojos de silbido marino y natividad con
            labios de durazno,
la encontré en un amanecer sin amos, sin esclavos
            y sin “razón cartesiana”.

  
-de: PAÍS GARZA REAL (1997)

( del libro: "Contradegüellos" II:
Criollo del universo, Eduner, 2016)

Francisco Madariaga (Argentina, Corrientes, 1927- Bs.As.,2000)


IMAGEN: Flor del poroto pallar -sin créditos, fotografía tomada de la página "Flor de planta":
https://www.flordeplanta.com.ar/huerta/poroto-pallar-phaseolus-lunatus-caracteristicas-cultivo-y-cuidados/.



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