EL
PEQUEÑO TEATRO AMARILLO
1
Las antiguas casas de mi primera juventud
reclaman al recuerdo que cante,
y haga una larga lista de
sombras y sonrisas,
junto a las casas que sobreviven
en la luz
de esta ciudad.
2
La suicida del Pequeño Teatro
Amarillo ya no está.
¿Acaso la dejé sonreír más allá
de este tiempo,
y nada supe de ella, más allá de mi
encendido
encantamiento?
Su tiempo ya se llamaba frente a
todo: No,
y a mi juventud le faltaba un
primer golpe de mar.
3
Se murió cuando florecía un
paraíso en el alba
a contracolor,
con la misma sonrisa que tenía
en el amarillo
de un hotel de las sierras.
4
¿De quién será aquel rincón de
sonrisa aún no soñada?
5
Era como el perfume sombreado y
transparente de una mirada.
6
Pero las casas de nuestra
juventud están,
y junto a ellas las mismas
sombras solares de aquel tiempo
se destruyen y se reconstruyen,
cantando las mismas bocas de un
invierno lejano y brillante.
7
Los amores se reclinan sobre los
vestidos de colores,
bajo unos árboles que entonces
ya eran viejos,
y sombrearon a aquellos ojos de
elegía en la primavera.
Árboles que no quisieron morir
cuando la misma sonrisa
de la muerte,
era la maldición de una doncella
bruja que destruyó
su dorada lejanía.
8
Tenía la canción de todos los
colores en los ojos,
una sombra amarilla de
peregrinación tristísima en sus pestañas,
el leve olor a viaje de un
suicidio,
y la amapola de un fantasma la
acariciaba.
9
Para nada y para todo cantaba
con la sombra del desierto
en un sueño,
una canción de suicida en el
Pequeño Teatro Amarillo.
10
Pero las casas de aquel tiempo quedaron,
y el peligro amarillo que nacía
de sus ojos
nunca cantó para nadie que no
fuera el dios del NO,
y estuvo siempre en guerra con
mi sombra solar,
diciéndome:
-No puedo darte lo que no tengo.
UNA ALONDRA
EN LA SIESTA
REGALOS
PARA UNA ALONDRA
Una canción para los ojos de una muchacha,
que acaso no sabe que en sus
labios duerme
también un fuego salvaje,
y una sonrisa de hada
contrabandista de tesoros
para el amor:
-En las noches de otoño peinará
sus cabellos,
recordando, ¿con miedo?,
al luego del tigre que me sella
los labios.
2
Mi corazón volvió esta noche de
un arrecife de coral,
trayendo una bolsa llena de
alondras,
que estaban escondidas en el
iris de los ojos
de la mar.
3
Tu voz tiene el color de las
alondras,
el sonido del rocío en la flor
del poroto al amanecer,
y una sombra de miel poblada de
pájaros y abejas
de
las islas de un río rubio,
que salen volando de tu corazón
que sangra.
NUEVAS
APARICIONES
UNOS
LABIOS JUNTO AL MAR
Con ojos de
silbido marino y natividad con
labios de durazno,
la encontré
en un amanecer sin amos, sin esclavos
y sin “razón cartesiana”.
-de: PAÍS GARZA REAL (1997)
( del libro: "Contradegüellos" II:
Criollo del universo, Eduner, 2016)
Francisco Madariaga (Argentina, Corrientes, 1927- Bs.As.,2000)
IMAGEN: Flor del poroto pallar -sin créditos, fotografía tomada de la página "Flor de planta":
https://www.flordeplanta.com.ar/huerta/poroto-pallar-phaseolus-lunatus-caracteristicas-cultivo-y-cuidados/.
No hay comentarios:
Publicar un comentario