martes, 3 de noviembre de 2020

RED DOC > (2)





















EL LARGO CUERPO es siempre
una sorpresa. El acto de tocarse
no es una experiencia positiva ni
una negativa cada uno de ellos
lo admitiría pero ninguno de los
dos lo hace. Una nueva extensión
de la naturaleza queda abierta.
Nadie quiere ser el primero en
poner el dedo sobre ella. Por
lo que después de tener sexo
hablan sobre el clima allá en el
norte el cual dicen les disgusta
e intercambian consejos. Sad le
cuenta cómo hacer para conseguir
tracción sobre el resplandeciente
hielo (vierte Javex sobre tus
neumáticos) ella le cuenta cómo
encontrar un cuerpo muerto
y hundido en un lago o un río
(haz flotar una rebanada de pan
corriente abajo). Rebanada de
pan se detendrá sobre el cuerpo
dice ella. Mientras tanto en otra
pieza de la clínica G se encuentra
soñando con Daniil Kharms.
Viajan juntos en un automóvil de
papel. G tiene un gran rollo de
papel impreso que se encuentra
recortando como si fueran trechos
del camino y se asoma por la
ventana para lanzarlos por delante
del auto. Esto es complicado
de hacer desde el asiento del
copiloto y Daniil Kharms debe
virar constantemente el volante
del auto para mantenerse sobre
el camino. ¿Se estará hartando?
G se preocupa. Daniil Kharms
se da vuelta hacia él. Recórtame
un anónimo le dice. G se torna
blanco de vergüenza. ¡Ni siquiera
lo había pensado! ¡Daniil Kharms
pudo haberse salvado! Endereza
su postura repentinamente
ahogado en el timbre de llamada.
Teléfono.



ESTA NOCHE NO HAY LUNA en realidad. 
Ida se encuentra observando la pieza
en sí. Se ve desolada una pieza
necesita ser cuidada. Una vez
cuando niña se había quedado
en una multitienda durante la
noche sólo para mirar. No robó
nada. Quería entender cómo era
cuando nadie observaba. Había
traído con ella su cuaderno de
dibujos pero encontró difícil
hacer algo en medio de la
oscuridad. Se chupa los dedos.
El resabio ahumado de él. ¿Qué
tal estuvo? le preguntó después
de la primera vez. Como torta
sin tenedor le dijo ella. El sonrió.
Conozco lo del tenedor dijo él.
Ese fue su momento más íntimo.
Le dio la valentía necesaria para
sobreponerse al miedo. Para creer
que había logrado salir del círculo
de sus errores. Pero luego él dijo
sabes Ida soy un hombre que no
le gusta la idea de que lo quieran
demasiado y otra noche él dijo
que el amor era un gran manojo
de pasto que crece en tu mente
y te convierte en estúpido. Hasta
aquí con la torta. Se recuesta
sobre su codo observando a Sad
y deseando tener su cuaderno
de dibujos junto a ella. Están
recostados sobre un montón de
cobertores de colchones sobre el
piso envueltos en una tenue luz
de alguna parte una noche que
podría fácilmente no existir. Hasta
ahora los dibujos que ha hecho de
Sad son mínimos. Había mirado
las fotos de él en su billetera y
copiado una de su padre sacada el
día en que él dejó caer sus lentes
en el pozo. En la foto se ve más
joven de lo que Sad es ahora este
padre que se negó a adquirir un
nuevo par de lentes porque yo
ya estaba viendo demasiado. Ida
desea conocer al padre. Sad gruñe
mientras duerme. Ella lo toca. Los
huesos de la noche aún están en
formación. Tiesos se levantan y se
agolpan en sus ropas y avanzan a
tientas hacia la puerta grande. Se
deslizan hacia fuera. Allí contra el
muro del pasillo G se encuentra
sentado con sus rodillas dobladas.
Qué tal dice G.
  

(Del libro RED DOC >;
Ed. Bajo la luna, 2018,
edición no bilingüe)

Ann Carson  (Canadá, Toronto, 1950)







IMAGEN:  Acuarela de Tina María Elena.





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