I
La manera en que aquella chica
Camina en la arena
Diez años más joven de lo que crees
Camina aún
Obstinadamente
Llena de esperanza
Y sus ojos sonríen
La hemos visto
La hemos visto salvar el sentido del mundo
Con una mirada
Estos días
Camino hacia el centro de la ciudad
Pienso cuántas veces
He tocado secretamente su cabello
Cómo me miras
En tantos lugares donde nos hemos encontrado
En los símbolos que cuelgan
En el lugar de tus pendientes
La manera en que tu mirada se va
No deja otras palabras para mí
Y yo después cómo estoy
Sin palabras
Y sin ti
Yo después cómo estoy
Y ella decía
Reconoce los momentos
En los que el tiempo puede detenerse
Y déjalo que te castigue
Sus marcas seducen
Confía
En loque vuela;
Sabe cómo caer
Si comenzáramos un juego yo estaría listo incluso para morir
Realmente; quiero que me mate un juego
Creo en lo que creo
Porque he visto la forma
En que el viento
Acaricia tu rostro
Con tu pelo
Pierdo el color poco a poco
Pero tú transformas la flor
En la imagen más violenta
Y por esto Soy tuyo para siempre
Quizá encuentres a alguien que tenga siempre una palabra para ti
Pero entonces no habrá más aventuras en tus fotos
II
Te descubrí entusiasmada
Entre almas de muertos que jugaban a tu alrededor
Y sentí tu lengua en mi sangre
Todos hablaban de ese privilegio que me revelarías
Dime entonces de dónde vienen tantos muertos
La melancolía no es un sentimiento, mi pequeña
Sino una manera de existir
Como cuando reposas tu rostro en tus rodillas
Y miras afuera como si escucharas las olas
De aquel mar que habíamos abandonado
Y si de nuevo encuentras seductores los engaños
Cuánto crees que nos dolerá la esperanza
Si debo subordinarme
Me subordinaré a la imaginación
Donde estoy ahora llueve
Y tú estás muy hermosa en la foto
Llevas el movimiento
La manía del pánico
Pero nuestro rebelde romance
Es aún amenazado por el amor
No sabemos cómo decir te amo
Sin sal en los labios
Viviremos en medio de dos espejos
Qué ha ido tan mal contigo
Para que me gustes tanto
Quiero besarte
Allí donde la muerte parece más fácil
I
Basta de indivisa abundancia
Fue cuestión de miedo y no de placer;
La atracción de las pérdidas
Y la embriaguez de poseer de nuevo
Pongan la mesa
Lo que importa es comer
Tiempos desesperados
Representaciones heredadas
Nos vencieron nuestras asociaciones de ideas
Intempestivos otra vez
Envidiamos la vida
De aquellos que eligen morir
Perseguimos la pornografía del intelecto
Avanzamos con lo que no nos pertenece
Sonriendo seductoramente
Turbados por inocentes perversiones
Fingiendo ante cada luz casual
Tan malditamente únicos y hermosos
II
En la distancia
En fábricas abandonadas
Nuestras manos secretas
Polvo fuera y dentro de nosotros
Esta noche el placer no nos pertenece
Música del futuro
Ropa del pasado
Ni la época nos pertenece
Existimos solo en la inercia
O en la ira; no basta
Medias largas bolsillos vacíos
Pantalones cortos colores marcados en los cuerpos
Robamos golosinas
Pero no nos delata nadie
por esto el amor aún existe
Algunos chicos saben escribir buenos poemas
Y algunas chicas saben leerlos
A veces estos chicos se visten de chicas
Y estas chicas besan como chicos
Y podría decir alguien
Que estos chicos y estas chicas
Son lo mismo
Pero no lo son
por esto el amor aún existe
Nikos Erinakis
(Traducción inédita de Miguel Chiovetta)
Nikos Erinakis, poeta griego, nacido en Atenas, en 1988). Doctorando en Filosofía en Londres. Ha estudiado, además, Economía (Facultad de Economía de Atenas), Filosofía y Literatura Comparada (Warwick) y Filosofía de las Ciencias Sociales (London School of Economics). En el 2009, se publicó su primera antología poética con el título Pronto todo arderá y se iluminarán tus ojos (Editorial Roés). En el 2011, vio la luz su traducción de una seleción de poemas de Georg Trakl y de textos de Martin Heidegger, titulado Oscuro amor de una generación salvaje (Editorial Gavrielidis).
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