CEREMONIA DE INTRODUCCIÓN
A qué asistimos
cada día,
si es que lo hacemos.
¿O nos olvidamos
en algún espejo?
BLUES DE LA FULANA EN EL BALCÓN
La tipa tenía los ojos enrojecidos,
el maquillaje de orgasmos secos
corrido por encargue
y la blusa desabrochada,
vestigio de un naufragio a tirones.
Su piel, navío sin puertos,
a vela de trapo viejo,
ya saturada de susurros a la oreja mordida,
al cuello indefenso,
al sexo sin urgencias.
Nunca supo desde cuándo,
pero suyo había comenzado a ser
el balcón, fin del mundo
y bautismo de vuelo,
la noche infinita por la ventana,
la pose de Jesús Cristo antes del salto,
desorbitados los ojos
como los de un animal herido,
un zapato en el balcón, el otro
junto a la alcantarilla.
Y sus últimas pestañas postizas,
olvidadas como mariposas muertas,
sobre la mesa de luz de algún
hotel infame.
ALMA A LA INTEMPERIE
Es como si se fuera
a destrozar el viento
en la lluvia,
como si las ropas pesaran más
que todas las miradas
y las culpas.
Los pasos se disuelven
entre baldosas líquidas y
los ecos huyen por la esquina.
¿Será que las sirenas aúllan
para algo más que aterrorizarnos?
CLAROSCURO
Estás cubierta de penumbras,
bañada en gris,
indefinida como una mirada
a través de la lluvia.
Te adivino en la espesura de mis imágenes,
a tientas, como quien lo hace
desde su lugar más oscuro.
Siento haber atrapado tu aliento
en un suspiro,
la fragancia amarga de los momentos consumados.
Y eso es todo,
el tiempo yéndose por debajo de la puerta,
y vos, flotando en el hastío como niebla de partículas
en un rayo de sol.
LA ETERNA ORFANDAD
LA INFANCIA PERDIDA
OTRO PECADO CAPITAL
a mamá
Y es de espaldas
a nuestro mundo tan reciente
que prepara la cena
Fija los condimentos
Una vez terminado el rito
nos lleva a la boca
la carne tibia de su cuerpo
pan horneado
en las profundidades
de la tierra
y savia de sus huesos
rotos tan sólo ayer
Hurga en el último fuego
ahueca las manos
y suelta sobre nosotros
la vida plena
Pero no nos saciamos
Fingimos escasa
la leche materna
el rocío
la sangre
el sudor
Fuimos tan lejos como el egoísmo
Anhelábamos estrellas
sólo para volverlas
fugaces
Y aún así
ella
consiente la disconformidad
Apaga las brasas
Recita entre dientes una plegaria
y la noche cabe
en sus puños
Unge en nuestras frentes
una bendición
y nos ofrece sus ojos mansos
altar
donde nunca se envejece.
CUANDO ÉRAMOS TAN NIÑOS
a mi hermano Daniel
Saltábamos de la piedra
más alta
y el vacío
era la eternidad
Luego el impacto
y el estallido en el agua
en ella
el anzuelo del tiempo
nosotros
la carnada
ll
En el fondo
las sombras eran
una imitación de la vida
Nadábamos
y aún siendo tan niños
envejecíamos
brazada a brazada
Heráclito
que aún no había nacido
pronto sería
nuestro padre.
ESTADO DE INOCENCIA
CONJETURA FINAL
Joaquín logró
que no envejezca
o que ya no me sienta
la cicatriz más
vieja del cuerpo
En él
detuve
la precipitada
carrera al olvido
la búsqueda de otros cielos
mi antigua furia con Dios
Ahora me digo padre
y celebro esta nueva inseguridad
que me mantiene vivo.
LIBERACIÓN ESPONTÁNEA
Joaquín adopta
la expresión del hombre
que aún no es
Libera las estrellas ocultas
en sus pupilas
(el profundo cosmos
que desemboca en su génesis)
Y al viento
abre las manos
para mirárselas
como si ya supiera
con sus ocho meses
lo que significa
la libertad.
Pablo Casals
Luis Pablo Casals, nació en Santa fe, Argentina. Ha escrito en revistas literarias y colaborado en programas radiales como columnista. Durante más de diez años, perteneció al taller literario Temps era Temps, grupo con el que ha desarrollado numerosas actividades en su ciudad, como así también en diversos puntos del país y en el exterior. Actualmente es parte del Fondo Editorial Cooperativo e Independiente “Los Juegos Del Temps”. Publicó los siguientes libros: “Conjuro de la tierra y los muertos” (poesía), “La eterna orfandad”(Poesía), “La fe de los sauces”(Libro colectivo), “1580, Primera revuelta criolla en América”(novela colectiva) y “43 por Ayotzinapa” (libro global y electrónico).
No hay comentarios:
Publicar un comentario