Tengo una vida que no se ha transformado,
que se ha desviado y detenido,
atónita:
la conservo en mí como a un embarazo o
como a un niño sobre las piernas
no para crecer o envejecer sino para insistir
que vuelvo a su tumba
una y otra vez,
para preguntar qué está mal, qué estuvo
mal, para ver todo bajo
la luz de una necesidad diferente
pero la tumba quedará abierta
y el niño,
conmovido, debe compartir mi tumba,
la de un anciano que ha tenido que
sobrevivir con lo que ha quedado
cuando regreso a mi tierra en esos
frescos y lejanos días, es conveniente visitar
a todos, tías y tíos, aquéllos que solían decir,
mira cómo ha crecido, y las tías coquetas que siempre
tenían algo en sus monederos, canela en rama
o unos centavos, y tíos que eran
los rumores de primos
que hablaban de ellos maravillas,
si peleaban, presencias y profesores,
casi todos mayores (y algunos más jóvenes)
reunidos en un lugar
esperando a alguien en particular
pero no a mí, madre y padre allí, también,
y otros cerca, como escondidos
bajo la piel, todos juntos
en el cementerio, acabados, y
el mundo que ellos solían dominar,
inconciliado y feliz,
se ha ido
el niño en mí que no pudo transformarse
no estaba listo para irse según los otros,
para entrar en el cambio, las bendiciones
y los horrores, sino que está parado allí
junto al camino donde ocurrió el accidente,
pidiendo auxilio, ven y arregla esto o
no podremos salir adelante, pero los grandes
que tenían que volver no pudieron o
no escucharon y entraron en pánico
y ahora, digo en el cementerio, aquí
yace el pánico, ahora no puede
volver con ayudas o digresiones provechosas,
ahora todos compramos
los amargos estados incompletos,
recogemos los nudos del horror,
delirando en silencio, y seguimos
estrellándonos contra finales vacíos
incompletos, inacabados la plenitud
ha entrado y se consume a sí misma desde
que me he metido en la piel de un niño,
yo mismo o mi hermano muerto,
y grito lo más que puedo, no puedo dejar este lugar,
para mí es el más querido y el peor,
es la vida más próxima a la vida que es
vida perdida: es en mi lugar donde
debo permanecer y fracasar,
llamando la atención con lágrimas
a las ramas poco elevadas
troncos hacia el espacio, al aire estéril que sostiene
el mundo que fue mi mundo
aunque los estados incompletos
(y los completos) se extingan
en la intensa quemadura
momentánea estructura de ceniza,
todavía es un libro ilustrado,
perfecta mañana de Resurrección:
he salido a caminar: el viento está apacible:
el arroyo fluye sin destellos con plena calma:
ruidosos los pájaros con sus voces:
vi algo que nunca había visto: dos grandes aves,
águilas quizá, alas negras, cuellos
y cabezas blancos, venían del sur remando
firmemente con sus grandes alas; pasaron
sobre mí, en lo alto, y siguieron
hacia el norte: pero luego una de ellas,
la que iba atrás, se desvió un poco hacia
la izquierda y la otra siguió sin darse cuenta
por un minuto: la primera
comenzó a dar vueltas como buscando
algo, sobre la costa, apoyando sus alas
en el perímetro de los círculos:
la otra volvió y se pusieron a dar vueltas,
tal vez buscando alguna comente de aire;
giraron un par de veces más, posiblemente
elevándose -descansando al menos-,
entonces siguieron volando perdiéndose en la distancia
hasta atravesar los arbustos y
los árboles: era una visión de generosa
majestad e integridad: teniendo
patrones y rutas, separándose de ellos
para explorar otros patrones
o mejores rutas, para luego volver a
empezar: una danza sagrada como la savia
en los árboles, permanente en sus descripciones
como las ondas que se producen en las piedras
del arroyo: fresco como este particular
torrente de calor que nos atraviesa ahora
desde el sol.
Archie Randolph Ammons (E.E.U.U., Carolina del Norte,1926-2001)
(Traducción de Emilio Garbino Guerra
y Mariano Serrichio)
y Mariano Serrichio)
Easter morning
I have a life that did not become, / that turned aside and stopped, / astonished: /I hold it in me like a pregnancy or / as on my lap a child / not to grow or grow old but dwell on // it is to his grave I most / frequently return and return / to ask what is wrong, what was / wrong, to see it all by / the light of a different necessity / but the grave will not heal / and the child, / stirring, must share my grave /with me, and old man having / gotten by on what was left // when I go back to my home country in these / fresh far-away days, it's convenient to visit / everybody, aunts and uncles, those whose used to say, / look how he 's shooting up, and the / trinked aunts who always had a little / something in their pocketbooks, cinnamon bark / or a penny or nickel, and uncles who / were the rumored fathers of cousins / who whispered of them as of great, if / troubled, presences, and school / teachers, just about everybody older / (and some younger) collected in one place / waiting, particulary, but not for / me, mother and father, too, and others / close, as burrowing / under skin, all in the graveyard / assembled, done for, the world they / used to wield, had trouble and joy / in, gone //the child in me that could not become /was not ready for others to go, / to go on into change, blessing and / horrors, but stands there by the road / where the mishap occurred, crying out for / help, come and fix this or we / can 't get by, but the great once who / were to return, they could not or did / not hear and went on in a flurry and / now, I say in the graveyard, here / lies the flurry, now it can 't come / back with help or helpful asides, now / we all buy the bitter / incompletions, pick up the knots of / horror, silently raving, and go on / crushing into empty ends not / completions, not rondures the fullness / has come into and spent itself from /I stand on the stump /of a child, whether myself/ or my little brother who died, and / yell as far as I can, I cannot leave this place, for /for me it is the dearest and the worst, /it is life nearest to life which is / life lost: it is my place where /I must stand and fail, /calling attention with tears / to the branches not lofting/ boughs into space, to the barren / air that holds the world that was my world // though the incompletions / (& completions) burn out / standing in the flash high-burn / momentary structure of ash, still it / is a picture-book, letter-perfect / Easter morning: I have been for a / walk: the wind is tranquil: the brook / works whitout flashing in a abundant / tranquility: the birds are lively with / voice: I saw something I had / never seen before: two great birds, / maybe eagles, blackwinged, whitenecked / and -headed, came from the south oaring / the great wings steadly; they went / directly over me, high up, and kept on / due north: but then one bird, / the one behind, veered a little to the / left and the other bird kept on seeming / not to notice for a minute: the first / began to circle as if looking for /something, coasting, resting its wings / on the down side of some of the circles: /the other bird came back and they both/circled, looking perhaps for a draft; / they turned a few more times, possibly / rising -at least, clearly resting-/then flew on falling into distance till/ they broke across the local bush and/trees: it was a sight of bountiful/majesty and integrity: the having /patterns and routes, breaking /from them to explore other patterns or / better ways to routes, and then the / return: a dance sacred as the sap in / the trees, permanent in its descriptions / as the ripples round the brook's / ripplestone: fresh as this particular /flood of burn breaking across us now /from the sun.
El texto que publicamos fue extraído de la Revista Anual de literatura El Banquete, Nº3-4, setiembre de 2000.