ENTRE el pulgar y el índice
La inclinada pluma se acomoda; confortable como un arma.
Y bajo mi ventana, el limpio y áspero sonido
Cuando la pala se hunde en el suelo arenoso:
Mi padre está cavando. Lo miro desde arriba
Hasta que su costado se esfuerza por entre los macizos de flores
Se dobla, y se levanta veinte años atrás
Agachándose al ritmo de los surcos de papas
Donde estaba cavando.
La tosca bota se acunaba en la pala, el mango,
rozando con la pierna, se levantaba con firmeza.
Él arrancaba los brotes altos, y enterraba muy hondo aquel
brillante filo
Para desparramar nuevas papas que nosotros juntábamosEncantados con su fresca dureza en nuestras manos.
¡Dios mío, y cómo manejaba el viejo aquella pala!
Exactamente igual que lo había hecho su padre.
Mi abuelo cortaba más turba en un día
Que ningún otro en la turbera de Toner.
Una vez le llevé leche en una botella
Con un descuidado tapón de papel. Se enderezó
Para bebería; luego se inclinó de nuevo a la tarea
Cortando y rebanando con esmero, arrojando terrones
Por encima del hombro, ahondando más y más
En busca de la turba buena. Cavando.
El olor frío del mantillo, el chapoteo y el golpe
De la turba empapada, los secos cortes del filo
Atravesando las raíces vivas despiertan en mi cabeza.
Yo no tengo una pala con que seguir a hombres como ellos.
Entre el pulgar y el índice
La inclinada pluma se acomoda.
Yo cavaré con ella.
Seamus Heaney (Irlanda; Castledown, 1939, Blackrock Clinic, Dublín, 2013)
(Traducción de Margarita Ardanaz)
DIGGING
BETWEEN my finger and my thumb
The squat pen rests; snug as a gun.
Under my window, a clean rasping sound
When the spade sinks into gravelly ground:
My father, digging. I look down
Till his straining rump among the flowerbeds
Bends lowt comes up twenty years away
Stooping in rhythm through patato drills
Where he was digging.
The coarse boot nestled on the lug, the shaft
Against the inside knee was levered firmly.
He rooted out tall tops, buried the bright edge deep
To scatter new potatoes that we picked,
Loving their cool hardness in our hands.
By God, the old man could handle a spade.
Just like his old man.
My grandfather cut more turf in a day
Than any other man on Toner's bog.
Once I carried him milk in a bottle
Corked sloppily with paper. He straightened up
To drink it, then fell to right away
Nicking and slicing neatly, heaving sods
Over his shoulder, going down and down
For the good turf. Digging.
The cold smell of potato mould, the squelch and slap
Of soggy peat, the curt cuts of an edge
Through livlng roots awaken in my head.
But I've no spade to follow men like them.
Between my finger and my thumb
The squat pen rests.
l'll dig with it.
IMAGEN: Una lapicera Montblanc.
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