Al lado de los patos
(una familia de pequeños patos salvajes)
navega una botella de lavandina,
de plástico, amarilla.
Para algunos filósofos y poetas / esto fue
una imagen de lo real miserable.
Creían que
había sido puesta
precisamente ahí, junto
a patos salvajes, en el lago,
para regocijo y reflejo causal
del desencanto.
El plástico amarillo navegó
hasta detenerse en una isla artificial.
Los patos dieron la vuelta y
siguieron su camino.
Patos hambrientos, pensé, van a comer
la carnada perdida
por esas cosas de la corriente.
Los chicos veían cómo se alejaba su botella
hacia el centro del lago,
maldijeron al viento
y sólo atinaron a sufrir
y a sonreír.
Irene Gruss (Buenos Aires, Argentina, 1950-2018)
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