Los capullos del duraznero
se tiñeron de rojo
con la lluvia nocturna.
Los sauces reverdecieron
con la niebla matinal.
Los pétalos caídos no fueron
aún barridos por los criados.
Los pájaros cantan. El morador
del cerro duerme todavía.
Wang Wei (China, 701-761)
(Traducido de Raúl A. Ruy)
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