sábado, 6 de febrero de 2010

POEMAS SATURNIANOS








































A Eugéne Garriere

Los sabios de antaño, que valían tanto como los de hoy,

creyeron, y éste es un punto todavía mal dilucidado,
leer en el cielo tanto las dichas como los desastres
y que cada alma estaba unida a uno de los astros.
(Mucho se ha bromeado, sin pensar que a menudo
la risa es tan ridicula como engañosa,
sobre esta explicación del misterio nocturno.)
Ahora bien, aquellos nacidos bajo el signo de SATURNO,
fiero planeta, caro a los nigrománticos,
entre todos tienen, según los viejos grimorios,
buena parte de desdicha y de cólera.
La imaginación, inquieta y débil,
en ellos anula el esfuerzo de la razón.
En sus venas la sangre, sutil como un veneno
raro y ardiente como la lava, corre y arrolla
encogiendo su triste ideal que se derrumba.
Y así los saturnianos deben sufrir y así
morir —admitiendo que seamos mortales—,
pues su plan de vida ha sido trazado linea a linea
por la lógica de una Influencia maligna.


Paul Verlaine

(Traducción: Ramón Hervás)
POÉMES SATURNIENS

A Eugéne Garriere

Les Sages d'autrefois, qui valaient bien ceux-ci,
Crurent, et c'esí un point encor mal éclairci,
Lire au del les bonheurs ainsi que les desastres,
Et que chaqué ame était liée a l'un des astres.
(On a beaucoup raillé, sans penser que souvent
Le rire est rídicule autant que décevant,
Cette explicarían du mystére nocturne.)
Or ceux-la qui sont nés satis le signe SATURNE,
Fauve planéte, cbere aux nécromanciens,
Ont entre tous, d'aprés les grímoires anciens,
Bonne part de malheur et bonne pan de hile.
L'Imagination, inquiete et débile,
Vient rendre nul en eux l'effort de la Raison.
Dans leurs veines le sang, subtil comme un poison,
Brúlant comme une lave, et rare, coule et roule
En grésillant leur triste Ideal qui s'écroule.
Tels les Saturniens doivent souffrír et tels
Mourir, — en admettant que nous soyons mortels, —
Leur plan de vie étant dessiné ligne a ligne
Par la logique d'une Influence maligne.



Paul Verlaine. Poeta francés que figura entre los principales representantes del movimiento simbolista. Verlaine nació el 30 de marzo de 1844, en Metz, hijo de un oficial del ejército. Estudió en el liceo Bonaparte de París. Sus primeras obras, entre las que destacan Poemas saturnianos (1866) y Fiestas galantes (1869), se caracterizan por el antirromanticismo propio de los parnasianos. El verso se centra más en los aspectos técnicos que en los sentimientos. En 1870 contrajo matrimonio, pero abandonó a su esposa dos años más tarde para viajar y vivir con el poeta de 17 años Arthur Rimbaud. En 1873 Verlaine, en estado de embriaguez, hirió a Rimbaud de un disparo y pasó los dos años siguientes en prisión. La colección Romanzas sin palabras (1874), escrita durante su estancia en la cárcel, está basada en su relación con Rimbaud. Esta lamentable coyuntura le hizo volver al catolicismo de su infancia y su reconversión inspiró un volumen de poesía religiosa titulado Sabiduría (1881). Verlaine dio clases de francés en Inglaterra de 1875 a 1877 y luego regresó a Francia donde dio clases de inglés por espacio de un año. Intentó entonces, sin éxito, convertirse en campesino, con su alumno Lucien Létinois, al que llamaba su hijo adoptivo y a quien dedicó muchas de las elegías de Amor (1888). Létinois murió repentinamente de fiebres tifoideas en 1883. El resto de la vida de Verlaine transcurrió entre periodos de desenfreno alcohólico y periodos de arrepentimiento ascético. Con la publicación de Los poetas malditos (1884), una obra crítica, y Antonio y ahora (1884), una colección de poemas, Verlaine se transformó en poeta simbolista, preocupado por los sueños y la ilusión. Su influencia se manifiesta en los poetas franceses posteriores. El sonido de su poesía es por lo general más importante que su significado. También escribió prosa autobiográfica, como Memorias de un viudo (1886), Mis hospitales (1891) y Confesiones (1895). Murió el 8 de enero de 1896 en París.

(Biografía tomada de el poder de la palabra)

1 comentario:

bea dijo...

..."admitiendo que seamos mortales".....¡¡¡¡ GENIAL !!!!!!

Capo Verlaine, su objetiva ironía, la distancia que establece con el objeto, mostrándolo sin intervenir demasiado, dejando ver , sin embargo, que le atañe.
excelente
gracias Marcelo !!!
bea