miércoles, 3 de febrero de 2010

EL PASADO COMO REFERENCIA


Esa era muy bonita
, oí que me gritabas

desde el pobre vestíbulo hasta el pobre
cuarto en que yo ponía, con desgano,
un disco y otro disco,
perdiendo el tiempo en casa —algo que tú
tanto quisiste hacer.

Era el Riverside Blues, de Oliver. Y ahora
siempre recordaré, supongo, cómo
el tropel de las notas que esos negros antiguos
soplaron con el aire de Chicago
en las grandes cornetas de nostalgia, preeléctricas,
en el año siguiente al que nací
tres decadas después, tendió de pronto un puente
de tu pobre vejez
a mi juventud pobre.

La verdad es que, aunque el tiempo es nuestro
medio,
cuesta mucho adaptarse a las distancias largas
que se abren en la vida a cada instante.
Lo unen a uno a sus pérdidas. Peor,
muestran lo que tenemos bajo su antigua forma,
sin merma, deslumbrante, como si,
con un comportamiento diferente,
lo hubiéramos podido conservar.


(de: Las bodas de Pentecostés,
Pre-textos, Valencia, 1991)
Philip Larkin (Inglaterra, Coventry, 1922-1985)

(Versión de Álvaro García)
REFERENCE BACK

That was a pretty one, I heard you call
From the unsatisfactory hall
To the unsatisfactory room where I
Played record after record, idly,
Wasting my time at home, that you
Looked so much forward to.

Oliver's Riverside Blues, it was. And now
I shall, I suppose, always remember how
The flock of notes those antique negroes blew
Out of Chicago air into
A huge remembering pre-electric horn
The year after I was born
Three decades later made this sudden bridge
From your unsatisfactory age
To my unsatisfactory prime.

Truly, though our element is time,
We are not suited to the long perspectives
Open at each instant of our lives.
They link us to our losses: worse,
They show us what we have as it once was,
Blindingly undiminished, just as though
By acting differently we could have kept it so.


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