martes, 20 de abril de 2010

SALOMINKA



























1
Cuando no dormís, Salominka, en tu inmenso cuarto
y esperás, insomne, que, grave y alto
con tranquila pesadez —que puede ser triste—
sobre tus intuitivos ojos descienda el techo.

Pajita sonora, Salominka seca,
bebiste toda la muerte y te hiciste más tierna,
te quebraste dulce pajita inerte,
no, Salomé, no, sino una brizna de paja.


En las horas de insomnio los objetos cobran peso
parece que son menos - así es el silencio -
Tiritan en el espejo las almohadas, con su blancura,
y en el remolino circular se refleja la cama.


No, no es Salominka de solemne satén,
en la inmensa habitación, sobre el negro Neva.
Doce meses cantan sobre la hora fatal,
en el aire se diluye el hielo pálido azul.


Diciembre deja fluir su hálito solemne,
como el pesado Neva por la habitación.
No, no es Salominka, sino Ligeia, una muerte lenta –
Les enseñé palabras sagradas.

2

Les enseñé palabras sagradas:
Lenore, Solominka, Ligeia, Serafita.
En la inmensa habitación, el pesado Neva
y la sangre azul que brota del granito.


El solemne diciembre brilla sobre el Neva.
Doce meses cantan sobre la hora fatal.
No, no es Salominka de solemne satén
quien recibe una lenta y fatigosa quietud.


En mi sangre vive la Ligeia de diciembre,
cuyo amor bendito duerme en el sarcófago,
y esa Salominka, puede ser Salomé,
muerta de pena, y no volverá.


(1916)
Osip Mandelstam
(Traducción: Natalia Litvinova)
Соломинка
1.

Когда, соломинка, не спишь в огромной спальне
И ждёшь, бессонная, чтоб, важен и высок,
Спокойной тяжестью — что может быть печальней —
На веки чуткие спустился потолок,

Соломка звонкая, соломинка сухая,
Всю смерть ты выпила и сделалась нежней,
Сломалась милая соломка неживая,
Не Саломея, нет, соломинка скорей!

В часы бессонницы предметы тяжелее,
Как будто меньше их — такая тишина!
Мерцают в зеркале подушки, чуть белея,
И в круглом омуте кровать отражена.

Нет, не соломинка в торжественном атласе,
В огромной комнате над чёрною Невой,
Двенадцать месяцев поют о смертном часе,
Струится в воздухе лёд бледно-голубой.

Декабрь торжественный струит свое дыханье,
Как будто в комнате тяжелая Нева.
Нет, не соломинка — Лигейя, умиранье, —
Я научился вам, блаженные слова.
2.

Я научился вам, блаженные слова:
Ленор, Соломинка, Лигейя, Серафита.
В огромной комнате тяжелая Нева,
И голубая кровь струится из гранита.

Декабрь торжественный сияет над Невой.
Двенадцать месяцев поют о смертном часе.
Нет, не соломинка в торжественном атласе
Вкушает медленный томительный покой.

В моей крови живёт декабрьская Лигейя,
Чья в саркофаге спит блаженная любовь.
А та, соломинка — быть может, Саломея,
Убита жалостью и не вернется вновь!


Декабрь 1916

Osip Mandelstam. Poeta y crítico literario ruso, nacido en Varsovia (Polonia), en 1891. Fue el principal representante, junto con la poeta Anna Ajmátova, del movimiento acmeísta, a comienzos de nuestro siglo. Esta tendencia artística se caracterizaba por defender, en contraste con el simbolismo, la precisión y la concisión en la poesía. Aunque se opuso a la Revolución bolchevique, Mandelstam permaneció en la Unión Soviética y escribió poesía hasta 1925. La mayor parte de sus escritos no pudieron publicarse durante la era estalinista, de 1929 a 1953. Su poesía se caracteriza por una gran sonoridad, un estilo clásico y un trasfondo fatalista. Produjo solamente tres libros de poemas, La piedra (1913), Tristia (1922) y Poemas de los años 1921–1925, además de los Cuadernos de Moscú (1935) y los Cuadernos de Voronezh (1937), poemas para niños y poemas en broma y unas pocas traducciones, ensayos y novelas. Fue arrestado en 1934 por un poema satírico en el que criticaba a Stalin y deportado a un pueblo de los Urales. Más tarde consiguió que lo trasladaran a Voronezh, y por fin pudo regresar a Moscú en 1937. Al año siguiente fue arrestado de nuevo y conducido, al parecer, a un campo de trabajo en Vladivostok (Siberia), aunque nunca más se supo de él. Por lo tanto, desapareció en 1938. Su importancia dentro de la literatura rusa se puso de manifiesto por las memorias (2 volúmenes, 1970, 1974) escritas por su viuda, Nadejda Mandelstam.

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