V
Comunicarse con marcianos,
dialogar con espíritus,
describir la conducta de los monstruos marinos,
trazar horóscopos, leer
las entrañas o el vuelo de las aves,
diagnosticar dolencia en las firmas,
evocar biografías
de las arrugas de la palma de la mano,
tragedias de los dedos; suscitar predicciones
mediante sortilegio u hojas de té,
desentrañar lo inevitable
con cartas de baraja, jugar con pentagramas
o barbitúricos, o disecar
en miedos preconscientes la imagen recurrente;
explorar la matriz, el sepulcro, los sueños;
son todos pasatiempos y drogas habituales,
y material para la prensa;
y siempre lo serán, especialmente algunos
cuando hay desastres nacionales y problemas
ya sea en las costas de Asía o en el camino de
Edgware.
La inquisitividad del hombre
interroga el pasado y el futuro
y se limita a esa dimensión.
Pero captar el punto en que se cruzan
lo intemporal y el tiempo
en una vida entera de muerte por amor,
aunque tampoco es una ocupación
sino algo que le dan y que le quitan
es una ocupación digna de un santo;
ardor, desprendimiento y entrega en sí mismo.
Para la mayoría de nosotros existe
sólo el momento aislado, dentro y fuera del
tiempo,
el arrebato de la distracción
perdido en un rayo de sol,
el tomillo silvestre inadvertido,
la cascada, el relámpago de invierno,
o una música oída tan profundamente
que ya no se la oye, sino que uno es la música
mientras dura. Éstas son únicamente
sugerencias y conjeturas,
sugerencias que inducen conjeturas;
lo demás es plegaria, disciplina, obediencia,
pensamiento y acción.
La sugerencia semiadivinada,
el don semientendido, eso es la Encarnación.
Aquí es posible la imposible
unión de esferas de existencia,
aquí el pasado y el futuro
son conquistados y reconciliados,
donde si no la acción sería movimiento
de aquello que sólo es movido
y en sí no tiene fuentes de moción;
movido por poderes demoníacos, plutónicos.
Y la acción justa es la liberación además,
del pasado y del futuro.
Para la mayoría de nosotros,
éste es el fin que no se logra nunca;
sólo no estamos derrotados
porque seguimos intentando;
nosotros, satisfechos al final
si nuestra reversión temporal nutre
(no demasiado lejos del ciprés)
la vida de una tierra con sentido.
(de Four Quartets)
T.S. Eliot (E.E.U.U./Inglaterra, Saint Luis, 1888- Londres, 1965)
(Traducción de J.R.Wilcock)
V
To communicate with Mars.converse with spirits,
To report the behaviour of the sea monster.
Describe the horoscope, haruspicate or scry,
Observe disease in signatures, evoke
Biography from the wrinkles of the palm
And tragedy from fingers; release omens
By sortilege, or tea leaves, riddle the inevitable
With playing cards, fiddle with pentagrams
Or barbituric acids, or dissect
The recurrent ímage into pre-conscious terrors—
To explore the womb, or tomb, or dreams; all
these are usual
Pastimes and drugs, and features of the press:
And always will be, some of them especially
W'hen there is distress of nations and perplexity
Whether on the shores of Asia, or in the Edgware Road.
Men's curiosíty searches past and future
And clings to that dimensión. But to apprehend
The point of intersection of the timeless
With time, is an occupation for the saint—
No occupation either, but something given
And taken, in a lifetime's death in love,
Ardour and selflessness and self-surrender.
For most of us, there is only the unattended
Moment, the moment in and out of time,
The distraction fit, lost in a shaft of sunlight,
The wild thyme unseen, or the winter lightning
Or the waterfall, or music heard so deeply
That it is not heard at all, but you are the music
While the music lasts. These are only hints and guesses,
Hints followed by guesses; and the rest
Is prayer, observance, discipline, thought and action.
The hint half guessed, the gift half understood,is Incarnation.
Here the imposible unión
Of spheres of existence is actual,
Here the past and future
Are conquered, and reconciled,
Where action were otherwise movement
Of that which is only moved
And has in it no source of movement—
Driven by daemonic, chthonic
Powers. And right action is freedom
From past and future also.
For most of us, this is the aim
Never here to be realised;
Who are only undefeated
Because we have gone on trying;
We, content at the last
If our temporal reversion nourish
(Not too far from the yew-tree)
The life of significant soil.
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