Los mejores días están pasando.
Va en el aire en el que te despiertas,
de primavera aún en el invierno.
Nombras los árboles y un álamo
es un manojo de ramas frente al cielo.
Ojo, te dices, con la vida profunda
que sale de las cosas nada más que rozarlas.
Todo conspira alrededor de ti:
las aguas, los tejidos se han ido haciendo espesos,
aprestan sus volúmenes los dorados y pardos.
Viene un día de sol y otro día de nieve,
hay un color de vida verdadera que engaña.
Vuelan espejos, coches, todo corre a algún centro.
Al centro de tu vida donde nunca has estado.
Antonio José Ponte (Cuba, Matanzas, 1964)
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