El fuego ensaya formas
en sueños, una danza
de lenguas ondulantes
abrasando la piedra aterida...
Lo sabe, sin embargo, tu piel:
la llama no tolera los dedos humanos.
Sólo podrás acariciar cenizas.
2. El fruto
Recuerda la blancura
carnal de la manzana:
el aire lentamente
la fue oscureciendo.
Muerde aún,
busca en su corazón
ese sabor que no se olvida.
3. Tu nombre
Lentamente, la tarde pronuncia
una palabra:
la luna.
Así me digo tu nombre en el silencio,los labios tensos
igual a los del cielo cuando llega la noche.
4. Caracola
Solitaria en la arena
fabrica - retorcida
alrededor de su vacío,
libre al fin
del minúsculo ser
que en ella habita -
el inmenso rumor del océano.
Pablo Anadón (Villa Dolores, Córdoba, 1963)
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