Ella vendrá entre árboles,
alas flamígeras y blando movimiento
de aire entrando en un manso sendero,
entre árboles,
al otoño.
La brisa recientey la costa temprana,
la ígnea transparencia de sus alas
cumplirá con la ceremonia definitiva
y ya nada será ilusión.
El musgo será más claro
luego de la última lluvia.
El amor retornará al corazón
y habrá muchachas en la ciudad.
Los heléchos recordarán
en su vida lenta
la tarde sobre el río,
y entre los árboles
ella mirando mi cuerpo en la tarde;
dentro de su mirada alguna melodía,
imágenes de un pasado tiempo y vivido.
Lo angelical, lo maldito
pasarán sin lamentaciones, como un tren
a través de recuerdos que se fugan
hacia el lado izquierdo del ocaso:
un auto viaja al sur por la pampa,
una mujer espera no ya en el tiempo
sino en la inmensidad,
y el mar es olorosamente azul
más allá de los bosques australes,
y ella, la alada, flotaba entonces
sobre ese mar y sobre mi tiempo,
entre árboles.
Juan Meneguín (Argentina, Entre Ríos, Concordia, 1958)
IMAGEN: Pintura de Cesareo Bernaldo Quiros.
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