A esta hora y en el lugar más alto de los que diviso
todas las cosas pertenecen al mundo
de los sueños
Veo una luz tentadora
Abro un hueco en la noche cerrada
Algunos demonios no trabajan con fuego, son fríos
en sus procedimientos, manejan una magia
extraña que hace desaparecer el aire del aire
y el color de las mejillas
La bruma como un enorme rebaño de coliflores blancos
El viento es un bálsamo del cual disfruto ahora sin
preguntar de dónde viene ni qué cosas transporta
Si padre es bicicleta color limón
El túnel es una cárcel de tablas, y está pintado de azul
Puede conducir a lugares inexplorados, no tener salida
o llevarme hasta la puerta de mi casa
Eso es un túnel
No hay apariciones excepcionales, es él, sin dudas
Avanza como si ésta no fuera una carrera, como si él
no fuera el ciclista o, mejor aún, como si viniera
en el pelotón y nadie estauviera dispuesto a salirse
y comenzar a tirar
Yo imagino el túnel, mi padre imagina el pelotón, y
las ruedas que van, unas tan cerca de las otras,
girando y girando, y el pelotón
es denso y compacto como la noche
No hay antecedentes sobre este tipo de documentos
¿Qué decir en un lugar donde no hay nadie más uno mismo?
Las palabras resultarían al fin un molesto e inútil sonido
que se ahogaría en sí mismo
Nada puede detenerse en el túnel y aunque nadie lo transite
en un momento preciso, el movimiento es incesante
No es exacto decir que uno echa a andar en el túnel,
pues el movimiento debe ser anterior a la acción
de entrar a esa construcción, tan humana que parece irreal
Ni aun en el caso. Ni aun así me detendría.
¿Cómo perderme la plácida mirada de mi padre dando
la vuelta triunfal después de haber cruzado
la meta en primer lugar?
Es extraño pero no hay mariposas
En este lugar tendría que haber mariposas
En el túnel la noche es tan sólo un mal recuerdo
Siempre un mismo paisaje: la curva hacia la derecha
y el final del túnel que no aparece ni siquiera
para devolverme la pena
Después de derrotar a los inasibles monstruos de la
niebla y encender todas las luces continuaba
siendo un hombre, nada más que éso
Desde su condición, no podía impedir que siguiera la
luminosa cinta que se estiraba hacia lo más
oscuro de la noche
A partir de entonces ya no estuve allí. Los dos partimos
y no hizo falta que nos saludáramos.
Estábamos el uno en el camino del otro.
El silencio es un gran árbol azul que cobija cada uno
de mis pasos
Volver a su sitio cada palabra es tarea de miniaturistas,
sobre todo porque ahora ninguna de ellas
pone en evidencia el lugar desde donde se ha arrojado
Ahora entiendo, han dejado migas de pan, pero como
se han vuelto ciegas las tomo de la mano y las llevo
de regreso, aunque algunas ya no encuentren
comodidad en sus lugares
Un caballo responde al llamado de su amo y se acerca
al galope, alguien se distrae y los engranajes
le cercenan dos dedos, el conductor
quiere maniobrar pero la máquina no responde,
el fuego está encendido
Vuela una mosca, los brazos abiertos, planea y sonríe
Padre continuó deslizándose. Dicen que lo vieron pasar
y que, con el envión, atravesó las quintas pobladas
de repollos y lechugas y dicen que llegó a ver
las viejas acelgas sin podar que servirían para semilla
Había fabricado una rampa, ¿qué otra cosa hacer con
tanta madera?
La arquitectura azul, verosímil sólo en tanto padre
No. Durante ese minuto no llovió ni un solo día
Jorge Montesino (Concepción del Uruguay, Entre Ríos, Argentina, 1962)
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