I
El ojo que ves no es
ojo porque tú lo veas;
es ojo porque te ve.
VI
Ese tu Narciso
ya no se ve en el espejo
porque es el espejo mismo.
VIII
Hoy es siempre todavía
XXXVI
No es el yo fundamental
eso que busca el poeta,
sino el tú esencial
XLVI
Se miente más de la cuenta
por falta de fantasía:
también la verdad se inventa.
LIII
Tras el vivir y el soñar,
está lo que más importa:
depertar.
XCIX
-¿Más el arte?...
-Es puro juego,
que es igual a pura vida,
que es igual a puro fuego.
Veréis el ascua encendida.
que es igual a pura vida,
que es igual a puro fuego.
Veréis el ascua encendida.
Antonio Machado (España, Sevilla, 1875 - Collioure, 1939)
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