Nos sentamos abajo
de un gomero viejo
y acariciamos el musgo verde
que crece entre los huecos de su tronco
en la raíz. Encuentro una lombriz
en la tierra húmeda
por la sombra.
La agarro y la pongo
en la mano de mi hijo.
Al principio parece asustado
pero después descubre
las cosquillas que le hace el gusano
y se ríe
como si el mundo fuera
un campo enorme
lleno de misterios maravillosos
y yo, por el momento
le creo.
Marina Mariasch (Buenos Aires, Argentina, 1973)
IMAGEN: El árbol más antiguo de Buenos Aires, es un gomero, que está en Recoleta y estiman que fue plantado a fines del siglo XVIII.
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