El ojo indiferente decolora
enfría y empareja.
Todo es igual para las miradas neutras
una cosa entre otras
un rostro entre los otros
un gesto entre otros gestos.
Por encima palabras y palabras
como una lluvia sorda.
Y nada sobresale: mar parejo
horizonte cerrado.
Sombra.
Vacío mar del tiempo.
Una hora se mira en otras horas
y todas son iguales.
El ojo las contempla ya sin verlas
y ya no es más mirada.
Es ojo seco. Piedra.
Dureza fría. Cosa.
Circe Maia (Uruguay, Motevideo, 1932)
IMAGEN: Andres Waissman: Pintura, De la serie Fondo de ojo.
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