martes, 1 de septiembre de 2009

EL INTERIOR


Voy en colectivo por

esta ciudad enorme
a la noche las
estrellas y
el viento no
frío
sobre la cara
la ventanilla
bien
abierta
veo a eso de las nueve de la noche
las casas y los departamentos
su interior
la decoración de cada uno
los veladores
los sillones
los espacios cerrados
como refugios
la gente reunida alrededor de
una mesa
comiendo
o
mirando tv
o
haciendo ambas cosas al mismo tiempo
atravieso todas las
escenas al
pasar
con la velocidad que el chofer prefiere para
un domingo.
Mi mamá
solía llevarnos al colegio
cuando hacía mucho frío
en auto
era
tan temprano que
estaba todo oscuro
ella
elegía del
barrio
las calles más angostas de
tierra
nos mostraba al pasar
sus descubrimientos: diferentes
ventanas iluminadas donde
se veía a gente
desayunando
en silencio.
Cuando había una casa que le gustaba mucho
iba más despacio
admirando esa
geografía la
reunión temprana de
una familia, que
con el paso de los minutos
se iba a desintegrar
unos al colegio
otros al trabajo.
Nosotros no acostumbrábamos
a desayunar así
(todos sentados a las siete de la mañana)
no
mi mamá nos daba un mate
una tostada
parados en la cocina
o sentados en la mesita medios dormidos
uno primero
otro después
por turno
esperando
la salida para
despertarnos en
un instante
por el impacto
del frío
nieve viento o lluvia
nos llevaba
en el renault cuatro
rojo
todo congelado
las ramas del pino
que lo cubrían un poco de la helada
era nuestro garage
mi mamá
con las botas
el sombrero su
camisón y un
tapado largo
salía a llevamos
siempre temiendo que le pase algo con el auto
y que se tenga que bajar a pedir ayuda con esa ropa
pero lo seguía haciendo

un día
me contó que
le pasó algo
y que tuvo que bajarse
con el camisón y el tapado
y que se bajó de un auto
un hombre a ayudarla
que tenía una campera
unas botas
y pantalón de pijama.

Veo ahora el interior de una casa donde
alguien sirve té y hay muchas personas alrededor de
una mesa ovalada de madera oscura
se los ve conversando y riendo
hay padres con sus hijos
y adolescentes hablando en voz baja.
En el centro de la mesa una
torta de chocolate sin tocar, una
tarta de frambuesa y
otra de duraznos que está
a punto de ser
cortada.


(De: blume, Ediciones Deldiego,
2001)


María Paz Levinson  (Bariloche, Argentina, 1978)






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