Yo no vivo en Dinamarca
Algo podrido recorre el país
que no es Dinamarca
ni yo soy Hamlet.
Los mayores no aguantan la verdad
por ejemplo la de un tiro en la nuca
o la de cadáveres trinchados
en antiguos camiones frigoríficos
no hay imaginario no hay erotismo
que veinte años no es nada
pero los jóvenes de veinte años justamente
tienen una piraña en cada ojo
-para verte mejor—
o en cada oreja
-para oírte mejor-
yo no soy Hamlet
pero ellos tampoco Caperucita Roja
tengan cuidado maduros distraídos
esos niños están al acecho.
Hoy me llamó un compañero del alma
a Lea, por su vocación de vida
Hoy me llamó un compañero del alma
desde muy lejos
me alegré
pensé que me iba a decir que estaba muy
bien
o que se estaba muriendo
o que iba a preguntar por mí
pero me pidió que le enviara unos libros
-simplemente-
hoy visité a una amiga entrañable
y pensé que iba a hablar
desde muy cerca
de que estaba muy bien
o que se estaba muriendo
o que iba a preguntar por mí
pero no
hablamos de literatura, de su poesía
de nada
ahora sé que pedir un libro
o hablar de intrascendencias
es hablar de la muerte
o de mí
o de ellos.
José Luis Mangieri (Buenos Aires, Argentina, 1924- Id., 2008)
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