El sol destruye y da, el sol
sabe perderse, ama todo, y sin amor,
sin piedad, sin sentir
nada más que su propia expansión:
el sol sabe volver, alza los primeros
silbidos entre los árboles del parque, llegará a las ventanas
cerradas con manos trepadoras. Es negligente
y silencioso, brutal, pero también es pródigo,
delicado, resquebraja, desflora, incendia, pero
sabe disolverse en el cuello de una campánula. Destruye
y da, es liviano e inmenso, sabe volver-
es célibe como el mar, individual, estéril.
Yo que tengo treinta años, que no puedo más crecer,
que no sé volver, elijo
palabras para ser el dios del sol —
yo flor, yo piedra, yo luz, para dar
el don liviano e inmenso
del poema
Giuseppe Conte
(Traducción de Horacio Armani,
en su Antología de la Poesía
Italiana Contemporánea, para
Litoral- Ed.Unesco, no bilingüe)
en su Antología de la Poesía
Italiana Contemporánea, para
Litoral- Ed.Unesco, no bilingüe)
Giuseppe Conte nació en Italia, Genova, Imperia, en 1945. Ha publicado, entre otros, los libros de poesía: El último abril blanco, El océano y el muchacho (1979), La estación, -Premio Montale- (1988), Diario del poeta y del mensajero (1992), Cantos de oriente y occidente (1997). Libros de novela: Primavera incendiada (1980), Equinoccio de otoño (1987), Los días de la nube (1990); Fieles de amor (1993); El imperio y el encanto (1995) y El muchacho que habla con el sol (1997). Ha editado dos antologías: La metáfora (1981) y La lírica de occidente (1990), un grueso volumen de textos que abarcan desde los himnos homéricos hasta autores contemporáneos. Toda su obra hasta 1978 (poesía, ensayos y otros textos) se reunió en la antología La palabra enamorada, que le valió su inclusión como uno de los principales protagonistas de la renovación poética de su país.
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