miércoles, 25 de febrero de 2009

Soneto LXXVI



¿Por qué mis versos se hallan tan desprovistos de formas nuevas, tan rebeldes a toda variación o vivo cambio? ¿Por qué con la época no me siento inclinado a métodos recientemente descubiertos y a extraños atavíos?.

¿Por qué escribo siempre de una sola cosa, en todo instante igual, y envuelvo mis intenciones en una vestidura conocida, bien que cada palabra casi pregona mi nombre, revela su nacimiento e indica su procedencia?
¡Oh! Sabedlo, dulce amor mío, es que escribo siempre de vuestra persona, y que vos y el amor sois mi eterno tema; así, todo mi talento consiste en revestir lo nuevo con palabras viejas y volver a emplear lo que ya he empleado.
Pues lo mismo que el sol es todos los días nuevo y viejo, así mi amor repite siempre lo que ya estaba dicho.




William Shakespeare  (Stratford on Avon, Reino Unido, 1564-id., 1616)

(Traducción: Luis Astrana Marin)


LXXVI

Why is my verse so barren of new pride,
So far from variation or quick change?
Why with the time do I not glance aside
To new-found methods, and to compounds strange?
Why write I still all one, ever the same,
And keep invention in a noted weed,
That every word doth almost tell my name,
Showing their birth, and where they did proceed?
O! know sweet love I always write of you,
And you and love are still my argument;
So all my best is dressing old words new,
Spending again what is already spent:
For as the sun is daily new and old,
So is my love still telling what is told.





2 comentarios:

silvia camerotto dijo...

me alegra enormemente haber encontrado aquí a Shakespeare. Sin embargo debo decir que hoy circula
una gran cantidad de data imprecisa con respecto a la obra de Shakespeare reafirmada por dichos, como "poco latín y menos griego". Sin embargo, la crítica especializada encontró datos fidedignos con respecto a su formación latina. No existen registros de alumnos de la época, pero la situación económica del padre del dramaturgo, avalaría el hecho de que Shakespeare fue educado en los llamados 'petty schools', pasando posteriormente al King's New School, donde la educación era centralmente latina. En los años superiores de estas escuelas estaba terminantemente prohibido el uso del idioma inglés. Si tomamos, por ejemplo Las alegres comadres de Winsdor, Acto 4, Escena I. Allí un niño, llamado William es guiado por su tutor en el aprendizaje de la gramática latina. Esta escena, forma parte indudable de los recuerdos de la infancia de Shakespeare. Asimismo, Plauto y Terencio, fueron sus modelos en La comedia de errores, más específicamente Menaechmi, o los gemelos de Plauto.
Ben Johnson, movido no sabemos si por la soberbia o la envidia, al morir Shakespeare, instaló la frase "Small Latin and less Greek". Johnson fue un erudito en la retórica y la literatura griega. Seguramente, nos estaba diciendo que Shakespeare no sabía nada de esa lengua. El resto ha corrido por cuenta de la imaginación de quienes intentaron rebajar su capacidad como dramaturgo.
En su trabajo, hay otros rastros precisos, de que era él quien escribía. El Soneto 145, uno de los menos logrados, arma un juego con el nombre Hathaway diciendo: "I hate from the hateway she threw...".
Las únicas obras de las que se ha demostrado la intervención de otros autores son: 1 Henry VI,Folio 1623; 2 Henry VI, Folio 1623; y 3 Henry VI, Folio 1623.
Finalmente, la evolución de la lengua desde la temprana Titus Andronicus hasta la última, La tempestad, van desde el uso del verso blanco, pasando por la inclusión de mayor cantidad de prosa, por ejemplo en Mucho ruido y pocas nueces, hasta llegar al retraimiento del lenguaje heroico. Cada una de estas etapas conserva igual ritmo dramático e igual complejidad.
Cierro con un fragmento del poema de Ben Johnson dedicado a Shakespeare, luego de su muerte.
To the memory of my beloved,
The AUTHOR
MASTER WILLIAM SHAKESPEARE,
and what he hath left us.


To draw no envy, Shakespeare, on thy name
Am I htus ample to thy book and fame;
While I confess thy writings to be such
As neither man nor muse can praise too much...

Marcelo dijo...

Sibila: Extraordinariamente didáctico el comentario. Una clase magistral!!!
GRACIAS,
Un abrazo