Es verano profundo. A lo lejos,
en el mar, las ráfagas se oscurecen
y retumban, precipitándose al norte,
amenazándolo todo. Veo al mar
Atlántico moverse lentamente
en una furia contemplativa
contra las rocas, los promontorios
helados, y los pueblos hundidos
en una ciega luz del norte. Aquí,
tierra adentro, en las montañas
de México, está lloviendo
fuerte, golpeando las suaves bocas
de las flores. Me siento taciturno, mudo,
ingobernable. Me pruebo a mí mismo
y pruebo esos vientos, sublevaciones
de sal y hielo, de grandes árboles
derribados, de casas y gritos
perdidos en la tormenta; y lo que se rompe
en la playa negra, se rompe también en mí.
Robert Mezey
(Traducción: A. Blanco)
THEREIt is deep summer. Far out
at sea, the young squalls darken
and roll, plunging northward,
threatening everything. I see
the Atlantic moving in slow
contemplative fury
against the rocks, the frozen
headlands, and the towns sunk deep
in a blind northern light. Here,
far inland, in the mountains
of México, it is raining
hard, battering the soft mouths
of flowers. I am sullen, dumb,
ungovernable. I taste myself
and I taste those winds, uprisings
of salt and ice, of great trees
brought down, of houses and cries
lost in the storm; and what breaks
on that black shore breaks in me.
Robert Mezey. Poeta norteamericano (Filadelfia, 1935). Crítico y académico. También traductor, sobre todo del español. Asistió al Kenyon College, después de un tiempo de servir en el ejército, se licenció en la Universidad de Iowa y se graduó en la Universidad de Stanford. Entonces, comenzó a enseñar en la Universidad Case Western Reserve, en 1963. Fue suspendido durante un año en Franklin and Marshall College, después de ser acusado a incitar a los estudiantes para quemar las tarjetas de un proyecto. Luego se estableció en el Pomona College, en 1976 hasta su retiro en 1999. Ha recibido numerosos premios incluyendo el Poets'Prize (2002) por su: Collected Poems: 1952-1999.
2 comentarios:
Buen final para un buen poema.
Lo que está afuera invitablemente influye en el "yo" poético y viceversa.
Gracias, Griselda.
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