sábado, 26 de diciembre de 2009

EL LIMITE















Una y otra vez, una y otra vez, ato
mi corazón a la cabecera de la cama
mientras mis acolchonados lamentos
se endurecen contra su mano. Está aburrido,
me doy cuenta. ¿Acaso no me trago sus engaños,
no pongo sus flores en agua? Lo miro cortar los trozos de carne
sobre el encaje de mamá,
distribuir magras porciones piadosamente...Puedo sentir sus muslos
contra mí por amor a los niños.
¿La recompensa? Por las mañanas, destrozada
por esta casa, lo miro tostar su pan
y probar su café, evadiéndose.
Las sobras son mi desayuno.



Louise Glück (E.E.U.U., Nueva York, 1943)


(Traducción: R. Vargas)

THE EDGE

Time and again, time and again I tie
My heart to that headboard
While my quilted cries
Harden against his hand. He's bored—
I see it. Don't I lick his bribes, set his bouquets
In water? Over Mother's lace I watch him drive into the gored
Roasts, deal slivers in his mercy...I can feel his thighs
Against me for the children's sakes. Reward?
Mornings, crippled with this house,
I see him toast his toast and test
His coffee, hedgingly. The waste's my breakfast.





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